¿Cuáles son los productos alimenticios funcionales?
Los alimentos funcionales se pueden dividir en dos categorías en función de su eficacia. Uno es mejorar ciertas funciones del cuerpo, como reponer energía, el otro es reducir el riesgo de enfermedades, como mejorar la digestión intestinal, reducir el colesterol y fortalecer los huesos. El término alimento funcional apareció por primera vez en Japón en los años 1980. En la actualidad, diferentes países lo llaman alimento saludable, alimento nutritivo y alimento mejorado, y China lo llama alimento funcional o alimento saludable.
Según las “Medidas de Gestión del Registro de Alimentos Sanitarios” promulgadas en 2005, los alimentos funcionales se refieren a alimentos que afirman tener funciones específicas para la salud o tienen como finalidad complementar vitaminas y minerales, es decir, que son aptos para para el consumo de grupos específicos de personas y que tienen la capacidad de regular el organismo. Alimentos que son funcionales, no están destinados a tratar enfermedades y no causan ningún daño agudo, subagudo o crónico al cuerpo humano. Los alimentos funcionales son diferentes de los medicamentos y la nutrición médica.
En primer lugar, los alimentos funcionales pertenecen a la categoría de alimentos que no tienen límite en la ingesta diaria de los consumidores y no están destinados a tratar enfermedades. Algunos alimentos funcionales tienen la función de prevenir enfermedades, mientras que los fármacos y nutrientes medicinales tienen requisitos de consumo específicos.
En segundo lugar, los modelos y canales de venta son diferentes. Los alimentos funcionales se pueden comprar como alimentos comunes en canales minoristas ordinarios, como supermercados, mientras que los medicamentos y productos nutricionales médicos se venden en farmacias o canales de productos sanitarios específicos.