¿Qué tan perjudicial es fumar para los pacientes con hepatitis?
El tabaco contiene una variedad de sustancias nocivas que dificultarán la recuperación de la función hepática, por lo que los pacientes con hepatitis deben decidirse a dejar de fumar. Fumar aumenta las posibilidades de sufrir cáncer de boca, garganta, esófago y riñones. Asimismo, los resultados de las investigaciones muestran que fumar está estrechamente relacionado con el cáncer de hígado. Estudios extranjeros han demostrado que muchos pacientes con cáncer de hígado que nunca han sido infectados con el virus de la hepatitis B son fumadores empedernidos durante mucho tiempo. El riesgo de cáncer de hígado en estas personas aumenta con la cantidad de cigarrillos fumados por día. Por ejemplo, las personas que fuman L-10 cigarrillos al día tienen 1,3 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que los no fumadores, los fumadores que fuman de 11 a 20 cigarrillos al día tienen 2,5 veces más probabilidades y las personas que fuman de 21 a 30 cigarrillos tienen 1,3 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que los no fumadores. 3,7 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado, y la probabilidad de fumar más de 30 cigarrillos es 8,4 veces mayor. Fumar también aumenta el riesgo de cáncer de hígado en personas con hepatitis B. Las investigaciones muestran que las personas que fuman más de 300 cigarrillos al año tienen un riesgo 1,5 veces mayor de sufrir cáncer de hígado que los no fumadores. Aunque es necesario aclarar más la relación entre fumar y el cáncer de hígado, muchos hechos muestran que fumar es dañino pero inútil, y dejar de fumar se ha convertido en una conclusión desde la perspectiva de la prevención del cáncer.
El hígado es el principal órgano de desintoxicación del cuerpo humano. Su función desintoxicante se ve reducida después de padecer hígado graso. La acumulación de nicotina contenida en el tabaco agravará el daño en el hígado tras ser inhalada en grandes cantidades. , por lo que parece que el hígado quiere ejercer su función desintoxicante. Además, los pacientes con hígado graso suelen tener una microcirculación hepática deficiente y estancada. La nicotina también puede dañar el sistema circulatorio, no solo provocando espasmos de los vasos sanguíneos, sino también aumentando la viscosidad de la sangre, provocando trastornos de la microcirculación en el cuerpo. Al mismo tiempo, inhalar una gran cantidad de monóxido de carbono al fumar dificultará la combinación de hemoglobina y oxígeno, provocando hipoxia. Por lo tanto, fumar mucho en pacientes con hígado graso puede agravar el trastorno de la microcirculación en el cuerpo, provocando un suministro insuficiente de sangre y oxígeno al hígado, agravando aún más el daño al hígado y empeorando la afección. ¡Fumar es perjudicial! Ya sea que tenga hígado graso, quiera deshacerse de él lo antes posible o quiera mantener su cuerpo seguro por el momento. No querrás ponerte a ti y a tu familia en riesgo de contraer una enfermedad. ¡Deja de fumar lo antes posible!