¿Cuáles son los mejores alimentos para prevenir enfermedades glandulares en la vida?
Recientemente, los científicos han descubierto que comer más tomates puede ayudar a los hombres a proteger la próstata, prevenir el cáncer de próstata y mejorar el rendimiento sexual. Los estudios han demostrado que los hombres que comen tomates de 5 a 10 veces por semana tienen a la mitad menos probabilidades de desarrollar cáncer de próstata y su efecto protector aumenta en un 25%.
Los expertos en salud del Centro de Salud Internacional Hong Zhaoguang Zhang Yong dijeron que entre las verduras y frutas, los tomates tienen el mayor contenido de pigmento rojo. El mayor contenido de licopeno en el cuerpo humano se concentra en los testículos, la próstata y las glándulas suprarrenales. Estas partes están estrechamente relacionadas con la secreción de andrógenos. La cantidad de secreción de andrógenos afecta directamente la capacidad sexual masculina. Según las encuestas, en algunos países mediterráneos, la razón por la que la tasa de incidencia de la próstata es muy baja y el rendimiento sexual de los hombres se mantiene mayoritariamente por encima de los 60 años es principalmente porque los tomates abundan en la zona y a los hombres les gusta comerlos. Pero los tomates deben cocinarse, cocerse en aceite, para que el cuerpo pueda utilizar las moléculas de licopeno.
1. Incrementar los alimentos vegetales
Algunos compuestos de los alimentos vegetales pueden combatir el cáncer de próstata, como los compuestos naturales de la palma Serun y la ortiga. Pero uno que merece una mención especial es el licopeno. El licopeno no sólo se encuentra en los tomates, sino también en los albaricoques, los pomelos y las frutas y verduras rojas. Puede proteger el ADN de las células de la oxidación. Además, la zeaxantina y la luteína presentes en las verduras de color verde oscuro como el maíz y las espinacas también tienen este efecto protector. También existe un flavonoide llamado quercetina, que puede prevenir la división de las células cancerosas de próstata y se encuentra en las manzanas, las cebollas, el té y el vino tinto.
Así que, aunque no se puede señalar que un determinado compuesto tenga el efecto absoluto de prevenir el cáncer de próstata, no hay nada de malo en comer todas estas frutas y verduras.
2. Reducir el consumo de aceite
Informes de investigaciones de todo el mundo han señalado consistentemente que un alto contenido de grasa animal en la dieta es un factor de riesgo importante para el cáncer de próstata, y se recomienda reducir la ingesta de grasas. Comer menos aceite también puede reducir los eicosanoides, que pueden causar inflamación de la próstata y aumentar la probabilidad de cáncer.
3. Nutrición complementaria
Los materiales nutricionales que son particularmente útiles para proteger la próstata incluyen las vitaminas D y E, y el oligoelemento selenio. El colesterol de la piel se puede convertir en vitamina D mediante la luz solar directa. La vitamina D puede inhibir el crecimiento del cáncer de próstata. Las yemas de huevo, la mantequilla, el hígado y el aceite de pescado son buenas fuentes de vitamina D. La vitamina E se obtiene de las semillas de girasol, de calabaza, del aceite de colza, del aceite de cártamo y del aceite de maíz. La coexistencia de vitamina E y licopeno puede reducir la incidencia del cáncer de próstata. El selenio se encuentra en la mayoría de los alimentos naturales, siendo la carne una mejor fuente. La vitamina E y el selenio son antioxidantes que protegen del daño a las células cercanas a la próstata.