¿A qué debemos prestar atención para prevenir el vitíligo?
Llevar una vida normal y mantener la mente en paz.
No utilizar cosméticos irritantes ni fármacos tópicos puede reducir la incidencia del vitíligo.
Refuerzo del ejercicio físico para mejorar la condición física y la inmunidad.
Preste atención a una dieta razonable, sin parcialidades ni quisquillosos a la hora de comer y a una nutrición equilibrada.
Intenta evitar daños en la piel (mecánicos, químicos, físicos) y acude al hospital para recibir tratamiento si se presentan síntomas cutáneos.
El vitíligo está estrechamente relacionado con el estado psicológico, la atmósfera social y el entorno cultural del paciente. Aunque el vitíligo rara vez causa dolor físico o pone directamente en peligro la vida, puede causar graves problemas psicológicos a los pacientes porque las lesiones cutáneas en las áreas expuestas afectan la apariencia. Los factores psicológicos son los desencadenantes de muchos pacientes. La enfermedad en sí provoca más cambios en el estado mental del paciente, pero las lesiones cutáneas se desarrollan y empeoran aún más.
Así que no tengas ninguna presión psicológica. El vitíligo no es contagioso. Puede comunicarse activamente con ellos, ayudarlos a comprender la naturaleza del vitiligo, alentar a los pacientes a aceptar activamente el tratamiento sistémico y desearle a su familia una pronta recuperación.