¿Puedo comer lechuga durante la lactancia?

La lechuga es baja en carbohidratos y rica en sales inorgánicas y vitaminas. Puede consumirse durante la lactancia y tiene el efecto de favorecer la lactancia. Puedes comer un poco.

1. Diuresis y lactancia

El contenido de potasio de la lechuga es muy superior al de sodio, lo que resulta beneficioso para el equilibrio hídrico y electrolitos del organismo y favorece la micción y la secreción de leche. Si una madre lactante tiene deficiencia de leche o tiene un bloqueo de la leche, también puede comer con moderación para promover la secreción de leche.

2. Aumenta el apetito

La lechuga tiene un sabor fresco y ligeramente amargo, y puede estimular la secreción de enzimas digestivas y aumentar el apetito. Las madres que amamantan pueden aumentar su apetito y complementar más nutrientes y energía, para que sus bebés puedan crecer sanamente.

3. Prevención y tratamiento de la anemia

La lechuga también es rica en hierro, que el organismo absorbe fácilmente. Las madres lactantes pueden prevenir la anemia por deficiencia de hierro comiendo lechuga fresca.

4. Anticancerígeno y anticancerígeno

La lechuga contiene una variedad de vitaminas y minerales, que pueden regular la función del sistema nervioso. El extracto de lechuga en agua caliente tiene una alta tasa inhibidora contra ciertas células cancerosas y también puede usarse para prevenir y combatir el cáncer.

5. Laxante

La lechuga contiene una gran cantidad de celulosa vegetal, que puede promover la peristalsis de la pared intestinal, limpiar el tracto digestivo, ayudar a la defecación y puede usarse para tratar diversos estreñimientos.

6. Mejora la calidad del sueño

La lechuga también tiene un efecto sedante. Las madres que amamantan pueden utilizarla para tratar el insomnio, ayudar a dormir y mejorar la calidad del sueño.