Los beneficios de echar una siesta en verano y la postura correcta para hacerlo.
2. Mejorar la inmunidad. Las siestas regulares pueden estimular las células inmunitarias humanas y hacerlas más activas, mejorando así la inmunidad humana.
3. Ajusta tu estado de ánimo. Tomar una siesta por la tarde puede ayudar a reducir la tensión de las personas, aliviar el estrés, mejorar su estado de ánimo y restaurar la energía.
2 La posición correcta para tomar la siesta es tumbado o medio tumbado.
Hoy en día, muchos estudiantes o trabajadores administrativos duermen boca abajo durante la siesta. De hecho, esta es una posición incorrecta para dormir. Con el tiempo, es fácil dañar la columna y también es fácil tener un cierto impacto en la respiración.
Si se está en casa a la hora de la siesta, se recomienda acostarse lo máximo posible. Si está en la escuela o en la oficina, se recomienda instalar un reposacabezas en la silla y dormir medio recostado. Esto puede reducir la presión sobre el corazón, los pulmones y la cara causada por dormir boca abajo.
El mejor momento para tomar una siesta es alrededor de las 13:00 horas.
Generalmente, alrededor de la una de la tarde es el mejor momento para tomar una siesta. La gente suele levantarse a las siete u ocho de la mañana y estudiar y trabajar de una a cinco o seis horas por la tarde. En este momento, las personas se sienten cansadas, tienen dificultad para concentrarse y su vigilancia se encuentra en un período de declive natural.
Si tomas una siesta a esta hora, suele ser más fácil conciliar el sueño, y está más en consonancia con el reloj biológico del cuerpo. Podrás conseguir una mejor calidad del sueño y ser más adecuado para recuperar energía.
4 El daño de tomar una siesta es 1. Si duerme boca abajo, puede comprimir fácilmente muchos nervios de sus brazos. Después de levantarse, las extremidades superiores tienden a sentirse entumecidas y, a veces, doloridas.
2. Es fácil comprimir los globos oculares mientras se duerme, por lo que a veces puede aparecer visión borrosa temporal después de una siesta.
3. El sueño prolongado puede afectar fácilmente la circulación sanguínea normal y la conducción nerviosa, afectando así las actividades fisiológicas normales durante el sueño.