Tratamiento de la polimiositis

La polimiositis es una miopatía inflamatoria caracterizada por debilidad muscular simétrica, atrofia muscular y mialgia. Es una enfermedad autoinmune del tejido muscular, la rabdomiopatía se presenta con cambios inflamatorios y degenerativos generalizados. Si la enfermedad se limita a los músculos se denomina polimiositis; si afecta también a la piel, se denomina dermatomiositis. La enfermedad está latente en adultos y más aguda en niños. La infección aguda puede ser su precursora o la causa de la enfermedad. Los primeros síntomas incluyen debilidad o erupción de los músculos proximales, malestar general, fiebre, fatiga, pérdida de peso, etc. La enfermedad afecta a los músculos estriados, que se manifiestan como debilidad de los músculos proximales del cuerpo, a menudo de forma simétrica, con hinchazón y sensibilidad muscular en la etapa inicial y atrofia muscular en la etapa tardía. La mayoría de los pacientes no tienen afectación de los músculos distales.

Los flexores del cuello pueden verse gravemente afectados: resulta difícil levantar la cabeza cuando se está acostado y, a menudo, la cabeza está inclinada hacia atrás. Los músculos de la garganta débiles causan dificultad para hablar y ronquera. Disfagia causada por rabdomiosopatía que afecta la faringe y la parte superior del esófago, asfixia con el agua potable y líquido que sale de las fosas nasales. La disminución de la motilidad y la dilatación de la parte inferior del esófago y del intestino delgado pueden provocar reflujo ácido, esofagitis, disfagia, dolor epigástrico y malabsorción. Es indistinguible de los síntomas de la esclerosis sistémica progresiva. Los músculos del tórax y el diafragma están afectados, lo que provoca respiración superficial, disnea e insuficiencia respiratoria aguda. Puede producirse hinchazón muscular en las primeras etapas de la enfermedad y aproximadamente el 25% de los pacientes experimentan dolor o sensibilidad.