¿Cómo se debe tratar el TDAH?

Nuestros tratamientos actuales para el TDAH generalmente incluyen medicamentos y tratamientos conductuales, como estimulantes centrales y antidepresivos. Los estimulantes pueden ayudar a mejorar los síntomas del TDAH en la mayoría de los niños. Es como regalarle unas gafas a un niño miope. Mientras tomo el medicamento, puedo concentrarme muy bien, por lo que algunos niños tomarán la iniciativa de pedir el medicamento después de darse cuenta de esta sensación de concentración. Además, la medicina tradicional china también es única en el tratamiento del TDAH. Por ejemplo, las decocciones de la medicina tradicional china que tomamos por vía oral, incluida la acupuntura, ayudan a los niños a ajustar el equilibrio de estos órganos para lograr el propósito de tratar el TDAH. Además, la terapia conductual es una forma de psicoterapia de uso común destinada a corregir patrones de conducta poco saludables. La terapia conductual también se divide en los siguientes puntos.

En primer lugar, puede desarrollar la atención de los niños. La atención inadvertida predomina en el niño promedio. En este momento, necesitas ayudarlo desde las actividades que le interesen. Por ejemplo, a este niño le gusta dibujar. Podemos intentar dejarle hacer dibujos, o escuchar cuentos, dejarle hacer algo que le interese y ejercitar su concentración y capacidad de atención. Al mismo tiempo, debemos prestar atención a este tipo de niños. Le pedimos que no mantenga la atención demasiado tiempo para evitar un cansancio excesivo.

En segundo lugar, debemos cultivar buenos hábitos en nuestros hijos de principio a fin. Cuando los niños hacen cosas, a menudo se ven perturbados por interferencias externas. Por ejemplo, mientras hacía su tarea, escuchó un ruido fuera de su ventana. Por ejemplo, si un pájaro se va volando, podría darse la vuelta y echar un vistazo. En este momento, los padres deben prestar más atención y guiar a sus hijos. Si les va bien, se les dará reconocimiento y elogios oportunos para que puedan desarrollar buenos hábitos de principio a fin.

En tercer lugar, cultivar el autocontrol de los niños. Deje que los niños sepan qué hacer y qué no hacer, aprenda gradualmente a juzgar y evaluar correctamente su propio comportamiento y a formular algunas reglas, regulaciones y medidas de recompensa y castigo simples. El cuarto es dar rienda suelta a la orientación energética excesiva. Por ejemplo, para los niños con TDAH, debemos organizar activamente algunas actividades para ellos, como montañismo y competiciones de carrera, para que puedan irradiar su exceso de energía y aliviar eficazmente sus síntomas. Al mismo tiempo, se debe prestar atención a la seguridad de los niños al organizar este tipo de actividades. Los padres no deben golpear ni regañar a estos niños, sino que deben ser pacientes y cariñosos. Dado que el tratamiento del TDAH es un proceso a largo plazo, los padres también deben estar preparados mentalmente.