Se dice que el eccema del bebé se transmite a través de la leche materna. ¿Por qué?
Aunque la leche materna es rica en nutrientes, aplicarla en la cara de tu bebé sólo obstruirá los poros, generará bacterias y provocará hiperhidrosis o foliculitis. Y al propio bebé no le gusta la sensación pegajosa de la leche materna en la cara. Este enfoque puede agravar la inflamación de la piel en lugar de tratar el eccema, por lo que los padres nunca deberían volver a intentarlo.
Entonces, ¿por qué las generaciones mayores creen tanto en esta idea errónea? Quizás debido a la escasez de medicamentos y la falta de conocimientos médicos en el pasado, los ancianos creían que la leche materna era muy nutritiva y debía ser útil para la piel. Además, algunos bebés se recuperan gradualmente del eccema a medida que crecen, lo que hace que algunos padres crean erróneamente que la leche materna influye. De hecho, esta es una idea completamente errónea. Después de que su bebé tenga eccema, es mejor ir al hospital para recibir tratamiento y dejar de usar esos remedios caseros.
Con el nivel médico actual, actualmente no existe forma de curar el eczema, especialmente porque algunos bebés nacen con alergias al peso y la barrera lipídica de la piel es relativamente frágil, lo que puede hacerlos más susceptibles al eczema. Los padres sólo pueden prepararse para cuidados a largo plazo y adaptarse a la pomada para prevenir el eczema. A medida que el bebé crece, la constitución de su cuerpo también cambiará. Los estímulos externos que alguna vez causaron el eccema pueden perder gradualmente su efecto y la situación del eccema mejorará gradualmente. Lo más importante es que los padres afronten la enfermedad de su bebé con una actitud científica y no crean en remedios caseros infundados.
Método de manejo correcto:
Descubre la causa y céntrate en la prevención. El eccema está relacionado con alergias y piel seca. Los bebés a los que se les añaden alimentos complementarios también pueden desarrollar eczema si no se les cuida adecuadamente durante las estaciones secas de otoño e invierno. Asegúrate de hidratar la piel de tu bebé durante esta temporada.