Para gestionar bien la uva, ¿cómo podarla en verano?
Elimine los cogollos débiles, los cogollos inútiles, los cogollos abarrotados, los cogollos enfermos y de insectos, etc. de las enredaderas principales, para que los cogollos restantes crezcan de manera uniforme, robusta y tengan muchos nudos. Retire las ramas atrofiadas y las enredaderas con pocas inflorescencias. Generalmente se recogen 4-5 hojas por encima de la inflorescencia. De lo que estamos hablando aquí es de la poda de verano, que juega un papel importante a la hora de controlar el crecimiento vegetativo, favorecer la floración y mejorar el rendimiento y la calidad del fruto. Los métodos de poda de verano incluyen el establecimiento de yemas, extracción de núcleos, tratamiento de ramas secundarias, adelgazamiento de flores y poda de mazorcas, atado de ramas y extracción de enredaderas.
La poda de verano de las vides es un complemento a la poda de invierno. La poda de verano es un contenido muy importante para determinar el rendimiento y la calidad de las bayas de uva. Muchos fruticultores suelen tener malentendidos a la hora de podar en verano. Mucha gente suele utilizarlo en un invernadero o cobertizo con calefacción cuando los nuevos brotes crecen hasta ocho hojas y las inflorescencias son visibles. Se trata de un modelo de gestión único que combina tecnología para romper el sueño con programas de gestión precoz. En la actualidad, las variedades de maduración temprana son muy rentables y el precio de las uvas de maduración temprana producidas con esta tecnología sigue siendo alto.
Realizar limpiado y raleo de cogollos: este proyecto conviene realizarlo lo antes posible, no demasiado tarde, porque puede ahorrar nutrientes. Uvas en espaldera: se pueden dejar 15-20 nuevos brotes por metro cuadrado, pero no es aconsejable dejar demasiados ni pocos. La poda de uva en verano se realiza de mayo a agosto cuando el crecimiento es más fuerte; La poda de verano puede ajustar la distribución de nutrientes de las ramas en crecimiento y las ramas fructíferas, controlar la brotación de las ramas, reducir el consumo innecesario de nutrientes, promover la diferenciación de los botones florales y aumentar la tasa de cuajado de frutos de las uvas.