La mayoría de los pacientes con cáncer de hígado en etapa temprana no presentan síntomas clínicos o presentan síntomas leves. ¿Cuáles son los primeros signos del cáncer de hígado?
Diarrea recurrente
La diarrea frecuente se trata como gastroenteritis, pero el efecto no es obvio o no se puede curar, y el área del hígado está congestionada. Las personas que están perdiendo peso gradualmente deben prestar atención a esto. La pérdida de peso se debe a una mala digestión de los alimentos y a la dificultad para absorber los nutrientes. A medida que la condición empeora, aumenta el grado de pérdida de peso. Si de repente descubre que su peso ha cambiado significativamente durante un período de tiempo, debe estar atento.
Fiebre frecuente y fiebre
Tendremos fiebre y fiebre cuando estemos resfriados, pero si usted tiene fiebre, fiebre, sudoración y otros síntomas con frecuencia durante un período de tiempo, puede Debe estar atento en este momento. Esto puede ser un signo temprano de cáncer de hígado.
Sangrado del cuerpo
Si encuentras tu cuerpo sangrando sin motivo en tu vida diaria, o sangrando mientras te cepillas los dientes, debes estar atento para prevenir el cáncer de hígado.
Dolor en la zona del hígado
Por lo general, habrá dolor continuo o intermitente. Al mismo tiempo, los pacientes también pueden experimentar reacciones adversas como disminución de la presión arterial y shock. Esto se debe a que la expansión de los tumores hepáticos comprime la cápsula hepática, provocando dolor en la zona del hígado provocado por el sangrado del hígado.
Grupos de alto riesgo
Existen tres indicadores principales: función hepática, alfafetoproteína y ecografía hepática. La frecuencia de las pruebas de detección es una vez cada 3 a 6 meses. Cuando la alfafetoproteína está elevada o la ecografía indica lesiones que ocupan espacio en el hígado, se deben realizar más exámenes por tomografía computarizada, resonancia magnética o angiografía para realizar un seguimiento hasta que se descarte por completo el cáncer de hígado.
Consume cada día más alimentos protectores del hígado.
Come más alimentos verdes. El verde, el blanco y el azul claro resultan útiles para aliviar el estrés psicológico y el miedo a las enfermedades en pacientes con enfermedades hepáticas.
Controla tu peso y no bebas demasiado.
Controla tu peso, aléjate de la obesidad, evita la diabetes y mantén tu peso en un nivel razonable y saludable. Porque la obesidad y la diabetes son factores de riesgo importantes para el cáncer de hígado.
Tomar más sol
Sabemos que la exposición regular al sol puede favorecer la producción de vitamina D en el cuerpo humano. La vitamina D puede prevenir el linfoma y el cáncer de mama, así como cánceres como el de hígado y colon. Por ello, lo mejor es permanecer al sol unos diez minutos cada día.