¡Adiós Baiyin, tres pasos para enseñarte cómo solucionarlo fácilmente!
Practicamos sonidos de burbujas. Los sonidos de burbujas se utilizan para encontrar la forma correcta de pronunciar los sonidos, que deben ser relajados y naturales.
Lo primero es conseguir que las burbujas sean expulsadas. Al principio las burbujas estarán rizadas y difíciles de controlar, por lo que basta con asegurar que la granulosidad esté presente en este momento. El segundo paso es hacer que lentamente las partículas, es decir, las burbujas, se emitan de forma más estable. Una vez que lo domines, deja que las partículas sigan haciéndose más pequeñas y que la frecuencia del sonido aumente, para que las burbujas puedan sacar el sonido. La cuestión es sentir el sonido colgando de las cuerdas vocales.
Paso 2: Respira.
Practicamos la respiración abdominal. Primero sentimos la presencia del diafragma y lo hacemos moverse. Como hemos mencionado anteriormente, podemos forzar el movimiento del diafragma riendo, respirando rápidamente o incluso haciendo ejercicio vigoroso.
Deje que el diafragma se mueva más libremente en lugar de depender únicamente de la apariencia abultada del abdomen. Este es un malentendido por parte de mucha gente. El tercer paso es combinar más hábilmente el ajuste de la respiración con el movimiento del diafragma y el ritmo de la respiración.
El tercer paso: soporte respiratorio
Esta es la síntesis de los dos primeros puntos. Los dos puntos tomados en conjunto significan que una vez que se realizan los dos primeros pasos, este paso debe alcanzarse de forma natural y, a menudo, ocurrirán muchas situaciones extrañas. Entonces podemos practicar suspirando, que es un suspiro relajado, para que la respiración y el sonido puedan conectarse lenta y mejor.