En verano, los bebés confinados suelen sudar.
Ventilación suave
La alta temperatura y humedad en verano son un caldo de cultivo para las bacterias. Por su salud y la de su bebé, asegúrese de mantener circulando el aire interior. Puedes abrir ventanas o utilizar el aire acondicionado, pero recuerda evitar el soplado directo.
Comida deliciosa
La dieta de verano debe ser ligera, cuantas más frutas y verduras mejor, y comer menos alimentos grasosos y picantes. Al mismo tiempo, no olvides reponer agua, ya sea bebiendo agua o sopa, puede ayudarte a evitar la deshidratación.
Consejos de protección solar
El sol es fuerte en verano y la piel se lesiona con facilidad. Intenta evitar la exposición prolongada al sol; en interiores o en la sombra son tus mejores opciones.
Higiene personal
En verano es fácil sudar, por eso es muy importante mantener el cuerpo limpio. Dúchese y cámbiese de ropa con frecuencia, y cambie las toallas sanitarias con frecuencia para evitar infecciones.
Descanso y recuperación
La fatiga es fácil de sufrir en verano. Las mujeres embarazadas deben evitar el esfuerzo excesivo y garantizar un descanso adecuado y un sueño de calidad.
Golpe de calor
El calor es insoportable. Utilice un ventilador eléctrico o aire acondicionado para ajustar la temperatura ambiente y evitar la exposición prolongada a altas temperaturas.
Aislamiento
Aunque el verano es caluroso, no se puede ignorar mantener el calor. Evite sentarse en el suelo frío y no use muy poca ropa para evitar resfriarse u otras enfermedades.