¿Qué pasa con los mareos?

El mareo es una manifestación de un trastorno de los nervios craneales. Las razones específicas pueden ser mala circulación sanguínea, hipoxia, hipoglucemia, lo que resulta en falta de energía de los nervios craneales, o fatiga psicológica o trastorno neurológico. Es decir, la causa puede ser anemia, por lo que se recomienda acudir al departamento de hematología para revisar el cuadro sanguíneo y el estado del ácido fólico para ver si hay una disminución del ácido fólico, lo que puede provocar mareos. Luego están la falta de sueño, el nerviosismo, el infarto cerebral y el suministro insuficiente de sangre al cerebro. Esto requiere una ecografía vascular del cuello y del cráneo y, si es posible, una resonancia magnética del cráneo y una resonancia magnética de los vasos craneales para descartar problemas vasculares. Además, la espondilosis cervical puede provocar mareos, pérdida de memoria, falta de energía y disminución de la concentración. Esto requiere ejercicios moderados de la columna cervical o un tratamiento intervencionista de la columna cervical. Otra es la enfermedad cardiovascular. Debe prestar atención a la enfermedad cardiovascular. Si realiza una angiografía coronaria para ver si hay algún problema vascular, también merece atención debido al suministro insuficiente de sangre que provoca mareos. También debe controlar su recuento sanguíneo para ver si tiene niveles altos de grasa en la sangre, colesterol alto o lipoproteínas de baja densidad. También existe un alto grado de miopía, que puede provocar mareos si no se puede ver durante mucho tiempo y se está muy concentrado. Por lo tanto, estas cuestiones relacionadas deben comprobarse en los departamentos pertinentes.