Los bebés excretan más después de comer leche materna.
La mayor parte de esta situación es normal y no requiere intervención especial.
El contenido de proteína de suero en la leche materna es relativamente alto, que los bebés digieren y absorben bien y se vacían rápidamente.
La función gastrointestinal del bebé aún no se ha desarrollado bien y necesita un proceso de desarrollo, que se perfeccionará en unos 6 meses.
Así el bebé tendrá más deposiciones y más flatulencias, lo que significa que los intestinos estarán lisos.
La capacidad del bebé para controlar la defecación es muy limitada, y es normal que saque caca al tirarse pedos.
Después de los 2 meses, la leche materna y los intestinos y el estómago del bebé cooperarán muy bien, y habrá menos frecuencia de defecación y escape. Esto rara vez le sucede a mi Bauer después de dos meses.
Prestar atención al estado de las heces Cuando las heces son de color amarillo dorado, son muy acuosas y no tienen olor. A veces habrá una pequeña cantidad de colgajo de leche y parte de la leche no se puede absorber por completo y es normal descargarla de manera casual.
Si las heces son normales y el bebé está de buen humor y no requiere intervención especial, se puede dar leche materna según sea necesario.
A veces se dan circunstancias especiales.
1. Problemas dietéticos de la madre
Si una madre lactante ingiere demasiados alimentos que producen gases, provocará que el bebé tenga más gases. Revise su dieta para ver si está comiendo demasiados alimentos que producen gases, como patatas, maní, grandes cantidades de fruta, cebollas y soja.
2. Demasiada leche materna
Si la madre que amamanta tiene suficiente leche, el bebé defecará más si ingiere demasiada leche materna. Si el bebé ha terminado de beber leche materna, la leche se desbordará rápidamente y siempre habrá una sensación de leche congestionada, lo que indica que la leche materna es suficiente.
3. Inhale aire mientras amamanta.
Si el bebé inhala una gran cantidad de aire durante la lactancia y no logra eructar a tiempo, provocará un aumento de las flatulencias.
Deja que el bebé sujete toda la areola para evitar la inhalación de aire.
Si el flujo de leche es demasiado rápido, utiliza tu dedo índice para presionar la areola para evitar que tu bebé inhale aire de forma intermitente mientras amamanta.
Después de amamantar, el bebé eructa para expulsar el aire inhalado.