Cómo preparar leche en polvo sin grumos
En primer lugar, el biberón debe estar limpio e higiénico. Lo mejor es hervirlo con agua hirviendo para desinfectarlo todos los días y frotarlo con un cepillo para biberones.
Después del lavado, utiliza el agua hervida fría preparada en casa y mézclala con el agua hervida hasta alcanzar una temperatura de unos 40 grados. Puedes verter el agua en el dorso de tu mano para probar la temperatura del agua. , siempre y cuando no se sienta caliente ni fría Eso es todo. Recuerda no usar agua demasiado caliente, de lo contrario se producirán grumos.
Luego es el momento de añadir leche en polvo. Asegúrate de comprobar cuántos ml de agua tiene la cucharada dosificadora de leche en polvo. Generalmente, cuando nace un recién nacido, es una cucharada de leche y 15 ml. De agua poco a poco la cuchara será más grande, son 30 ml de agua, y la cucharada más grande de leche son 60 ml de agua, así que asegúrate de no equivocarte, si queda muy fina, el niño no lo hará. nutritiva. Si es demasiado espesa, el niño se enfadará fácilmente y será difícil de digerir. Una cucharada rasa de leche será suficiente. Además, lo mejor es utilizar un biberón de gran diámetro, para que sea más cómodo añadir leche y no se derrame.
Este paso es muy importante, porque muchas madres dirán que la leche en polvo saldrá con mucha espuma y se formará grumos, siempre y cuando la temperatura del agua y el método sean los correctos en los primeros pasos. Después de agregar la leche en polvo, asegúrese de no agitarla hacia arriba y hacia abajo. Sostenga el biberón con ambas manos y frótelo de un lado a otro para que no quede espuma ni grumos en la leche en polvo.
Después de preparar, el bebé puede beber. Sin embargo, hay presión en el biberón de leche actual y la leche saldrá a borbotones y salpicará la cara del bebé tan pronto como llegue a la boca del bebé. Lo mejor es poner la leche antes de dársela al bebé. Simplemente desenrosca el tapón del biberón y vuelve a enroscarlo. El bebé puede beberlo con confianza.