Cortar el ajo por la mitad y meterlo en las orejas. ¿Por qué alivia los dolores de cabeza?
El ajo también es un muy buen “bajador de fiebre” natural, especialmente en los niños. Si descubre que su hijo tiene síntomas de fiebre, puede triturar el ajo hasta obtener una pasta, luego agregar un poco de vinagre de sidra de manzana y revolver uniformemente. Aplique esta mezcla en las piernas y orejas de su hijo. Después de unos minutos, la temperatura corporal de su hijo descenderá gradualmente.
El fungicida vegetal que contiene el ajo, al que llamamos alicina, tiene un fuerte efecto bactericida y puede mejorar muy bien el asma y la tos. Pelamos el ajo, lo cortamos en trozos pequeños, lo ponemos en un bol con miel, lo tapamos y lo dejamos toda la noche, y lo filtramos con una gasa a la mañana siguiente. El líquido filtrado es el que tomamos cada día, una cucharada cada pocas horas para aliviar rápidamente la tos seca y facilitar la respiración.
Si tenemos forúnculos también podemos utilizar ajo para tratarlos. La alicina contenida en el ajo puede inhibir el crecimiento de forúnculos. Ponemos ajo en una tirita y luego ponemos la tirita en la llaga. Con el tiempo, los forúnculos se encogerán y caerán por sí solos. En verano, si nos pican los mosquitos, también podemos frotar ajo en la zona afectada. Debido a que el ajo tiene el efecto de esterilizar y aliviar la picazón, podemos limpiar la zona afectada con ajo para que la piel ya no nos pique.