Cómo tratar las fístulas

Contenido Capítulo 1: Cambiar el estilo de vida 1, llevar una dieta equilibrada 2, beber más agua. 3. Utilice almohadas. 4. Utilice almohadillas absorbentes. 5. Mantenga una buena higiene personal. 6. Toma analgésicos. 7. Fortalece tu sistema inmunológico 8. Mantente activo Parte 2: Recibe tratamiento 1. Consulta a un médico. 2. Someterse a tratamiento quirúrgico. 3. Si su fístula está cerca de su esófago, debe tener mucho cuidado. 4. Seguimiento. 5. Pregúntele a su médico si necesita tomar antibióticos. Parte 3: Comprender las fístulas 1. Comprender las causas y los factores predisponentes. 2. Comprenda los signos y síntomas. 3. Conocer los distintos tipos de fístulas. 4. Comprender las complicaciones de la fístula anal. Una fístula es un tubo que conecta una abertura hueca o tubular con otro tejido corporal o con dos órganos que tienen una luz. Puede localizarse en diferentes partes del cuerpo y ser de diferentes tipos, pero las fístulas anales son las más comunes. El tratamiento de una fístula puede requerir cirugía, pero algunos cambios en el estilo de vida también pueden brindar alivio.

Parte 1: Cambiar de estilo de vida

1. Dieta equilibrada. Cuidar tu dieta puede prevenir cualquier síntoma gastrointestinal y digestivo en tu cuerpo. Al evitar las comidas picantes, la comida chatarra y los alimentos grasos, podrás tener un sistema digestivo más saludable con menos problemas. Consuma más cereales integrales, verduras de hojas verdes, frutas y carnes magras. Agregar fibra y cereales a su dieta puede ayudar a prevenir el estreñimiento, que puede irritar las fístulas.

Intenta prestar atención a qué alimentos te producen alergias o malestar gastrointestinal. Recuerde, esta no es una regla estricta y variará de persona a persona.

Los excrementos grasos aumentarán la posibilidad de bloqueo de la fístula anal, dando lugar a la formación de absceso perianal, que es la principal causa de dolor en pacientes con fístula anal.

2. Bebe más agua. A menos que su médico le indique lo contrario, beba 1,5 litros de agua al día. Deje de beber alcohol y bebidas carbonatadas. En su lugar, puedes beber más agua y jugo. Esto ayudará a prevenir un posible estreñimiento y evitará la presión sobre la fístula. Grandes cantidades de agua ablandan las heces y ayudan a limpiar los intestinos, por lo que es posible que sienta más ganas de defecar después de beber grandes cantidades de agua.

El agua también puede prevenir la obstrucción intestinal, especialmente en pacientes con enfermedades del sistema digestivo como la enfermedad de Crohn y el megacolon tóxico.

3. Utiliza almohadas. Si tiene que sentarse durante largos períodos de tiempo en el trabajo, no ejerza presión adicional sobre la espalda, las caderas y las piernas, especialmente si tiene una fístula anal. Para hacer esto, puede sentarse sobre una almohada o un cojín anular en lugar de sentarse directamente en una silla normal. Intenta sentirte lo más cómodo posible. Trate de evitar situaciones que puedan hacerle sentir incómodo o lleve consigo una almohada u otro elemento de apoyo.

4. Utilice almohadillas absorbentes. Si desafortunadamente tiene una fístula que causa fugas en la parte inferior del cuerpo, puede usar una almohadilla absorbente suave para no tener que preocuparse de que salga sangre, pus o líquido de la fístula porque la superficie de la almohadilla puede absorber el líquido. Los pañales para adultos también pueden influir, pero son voluminosos y tienden a atraer chismes. Los cojines son más finos y mucho más fáciles de manejar.

Las compresas también deben cambiarse con frecuencia, ya que las secreciones tendrán un olor desagradable.

5. Mantener una buena higiene personal. Lávese siempre las manos después de cada orina. No dejes ninguna bacteria en tu piel. Este es el primer paso para evitar la infección. Cuando utilizas un baño público y tu fístula gotea, debes ser más estricto en el mantenimiento de esta higiene. Si no puede lavarse las manos al aire libre, lleve toallitas húmedas para usar después de defecar hasta llegar a casa. Tus manos entran en contacto con la mayoría de los gérmenes, así que asegúrate de mantenerlas limpias.

Si su fístula tiene fugas, puede cambiarse la ropa interior cuando sea necesario durante el día. Además, por favor cambia las toallas cada vez que te duches. Estas dos medidas previenen la propagación de gérmenes y el crecimiento bacteriano y reducen la irritación perianal, ayudando así a eliminar los síntomas molestos en pacientes con fístulas.

6. Toma analgésicos. Las fístulas anales suelen ir acompañadas de dolor persistente y palpitaciones que empeoran significativamente al sentarse. Para controlar el dolor, hable con su médico sobre el tipo y la cantidad de analgésico adecuado para usted. El ibuprofeno es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo que puede ayudar a tratar el dolor de la fístula. Además, es posible que deba tomar medicamentos recetados para aliviar el dolor. El dolor puede ser una complicación de una fístula. Cuando una fístula se obstruye, el pus no drena y, en cambio, la llena, lo que posiblemente provoca que se forme un absceso o una pústula cerca de la superficie de la piel.

El dolor puede ir acompañado de irritación y enrojecimiento debido a la secreción de pus, que puede tener un aspecto similar a la dermatitis del pañal alrededor del ano.

7. Fortalece tu sistema inmunológico. Mantener una dieta saludable y consumir alimentos ricos en omega-3, omega-6 y vitamina C, como pescado, aceite de oliva y cítricos, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y aliviar la inflamación causada por las fístulas. También puede tomar suplementos si su médico lo aprueba. Hacer ejercicio, beber mucha agua, dormir bien y mantenerse limpio también pueden contribuir en gran medida a mejorar su salud. Si tiene malos hábitos, como fumar, es posible que desee considerar dejar la fístula.

8. Múltiples actividades. Para gozar de buena salud y aliviar el estrés, puedes realizar ejercicios sencillos y suaves como caminar, siempre que las condiciones lo permitan. El estrés puede afectar su estado de ánimo, causando problemas e irritando su estómago. Esto afecta el sistema digestivo y los hábitos alimentarios en general, creando un círculo vicioso. Cuando sientas dolor o no puedas continuar, debes detenerte y respirar. Esta es la señal de su cuerpo que le indica que no puede soportar la intensidad de su ejercicio.

Consulta con tu médico para ver si hay algún ejercicio o ejercicio de relajación que puedas hacer. Incluso en casa, muchos médicos todavía recomiendan el yoga para mantener la mente despejada, eliminar el estrés y superar la depresión. En general, también puede mejorar el estado de ánimo y la salud.

Parte 2: Recibir tratamiento

1. La enfermedad se diagnostica mediante inspección visual. Se debe realizar una sigmoidoscopia después de la inspección visual para descartar enfermedades graves como la enfermedad de Crohn y el cáncer. Sin embargo, para comprender la afección en detalle, el médico también puede realizar una o más de las siguientes pruebas: Tomografía computarizada (TC). Particularmente en pacientes con enfermedad de Crohn, las tomografías computarizadas no sólo pueden revelar la cavidad del absceso para determinar si se necesita cirugía, sino que también pueden revelar las etapas inflamatorias que preceden a la formación de la fístula.

Resonancia magnética. Este método es muy útil para identificar fístulas enteroentéricas al mostrar cambios inflamatorios e infiltración de la fístula.

Fistulografía. Este es un método de examen que utiliza rayos X para inyectar material de contraste en la ubicación externa de la fístula para determinar el recorrido y la profundidad de la fístula que penetra en el tejido, lo que ayuda en la selección de los métodos de tratamiento.

Imagen por ultrasonido. Esta prueba, combinada con un examen físico, se puede utilizar para identificar abscesos o acumulaciones de líquido que puedan estar presentes en la fístula.

Cistoscopia. Es útil comprobar si hay "fístulas enterovesicales" que conectan el intestino con la vejiga.

Pruebas microbianas. Para mostrar posibles signos de infección, especialmente en el caso de un absceso, puede ser necesario un urocultivo al examinar una fístula colorrectal-vesical.

2. Recibir tratamiento quirúrgico. El tratamiento más común para las fístulas es un procedimiento quirúrgico llamado "fistulotomía". Esta cirugía limpiará la fístula y cualquier pus o líquido que se haya acumulado en la fístula. La fistulectomía es eficaz en más del 85% de los casos. Al realizar una fistulotomía para una fístula rectal, su médico utiliza un procedimiento llamado colgajo rectal. Esta cirugía coloca tejido sano en la cavidad de la fístula para garantizar que las heces no bloqueen la cavidad de la fístula si la infección reaparece.

Se dice que los orificios de la fístula también se suturan con suturas, es decir, durante el proceso de drenaje, se pasan hilos por el orificio de la fístula para mantenerla cerrada. Sin embargo, después de usar esta sutura, deberá visitarla una y otra vez antes de que la sutura finalmente se disuelva. Además, existe un "método de corte bajo y alto" llamado "Terapia Shrangama Sutra", que tiene una alta tasa de éxito.

3. Si tu fístula está cerca de tu esófago, debes tener mucho cuidado. Las fístulas entre el esófago, la tráquea y el árbol bronquial se consideran potencialmente mortales y requieren tratamiento inmediato y continuo. Si no se tratan, pueden provocar abscesos pulmonares crónicos y neumonía mortal. Los tratamientos médicos disponibles para tratar este tipo de fístula incluyen: Dilatación esofágica. Este tratamiento puede durar meses o incluso años.

Soporte de malla metálica flexible. Son más eficaces para mantener la permeabilidad y la estructura esofágica.

Stent de malla recubierto de plástico. También se utilizan para tratar fístulas esofágicas que bloquean el órgano. Cuando la fístula se encuentra cerca del esfínter esofágico, algunos stents pueden tener válvula para prevenir el reflujo.

4. Visita de regreso. El seguimiento después de la cirugía es muy importante, especialmente si tiene la enfermedad de Crohn u otra enfermedad inflamatoria intestinal crónica. En este caso, la fístula es sólo un efecto secundario y es necesario abordar la causa real.

Hay algunos otros problemas que están directamente relacionados con las fístulas intestinales. Estos pacientes también deben ser objeto de seguimiento y atención. Deben tratar todos los síntomas de la infección, como la inflamación del tejido que rodea la fístula para prevenir la sepsis; controlar el drenaje de la fístula y desarrollar buenos hábitos de cuidado de la piel para mantener la salud de los tejidos cercanos.

Los pacientes con fístula esofágica pueden necesitar sondas de alimentación. Este último atraviesa la pared abdominal y se inserta directamente en el estómago. Si es necesario, se colocará una sonda estomacal mientras el paciente está anestesiado para que no sienta dolor.

5. Consulta con tu médico si necesitas tomar antibióticos. Los antibióticos pueden minimizar el riesgo de infección en el sitio de la fístula, especialmente en las fístulas intestinales. Los niveles elevados de glóbulos blancos indican una posible infección que puede requerir antibióticos adecuados para tratar. En la etapa inicial de la fístula, se puede usar metronidazol combinado con ciprofloxacina o vancomicina para el tratamiento. Metronidazol 250 a 500 mg cada 8 horas; vancomicina 125 a 250 mg cada 6 horas, o una hora después de las comidas, tres veces al día.

Parte 3: Comprender las fístulas

1. Comprenda las causas y los desencadenantes. La mayoría de las fístulas están asociadas con enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la tuberculosis. Otros pueden ser causados ​​por diverticulitis, tumores o traumatismos crónicos. La cirugía o el traumatismo también pueden causar fístulas biliares o arteriovenosas. Las fístulas rectovaginales pueden ser secundarias a la enfermedad de Crohn, a una lesión obstétrica durante el parto, a la radioterapia o al cáncer.

Las fístulas en niños o bebés son en su mayoría congénitas y los niños son más susceptibles a la enfermedad.

2. Comprender los síntomas y signos. Independientemente del tipo de fístula, los síntomas suelen incluir: Secreción persistente de pus

Dolor asociado a la infección

Sangrado

Dolor abdominal

Diarrea

Anorexia

Pérdida de peso

Náuseas y vómitos

3. Conocer los diferentes tipos de fístulas. Por definición, una fístula es un conducto tubular con dos aberturas. Una de ellas es la apertura primaria, que conduce a una apertura externa llamada apertura secundaria. Se conocen muchos tipos de fístulas, pero el 90% de todas las fístulas son anorrectales. Visualmente pueden adoptar las siguientes formas: Fístula de puerto único: Fístula que conecta dos superficies, con un extremo cerrado y el otro abierto. Si no se tratan, pueden convertirse en fístulas en toda regla.

Fístula incompleta: Fístula con una sola abertura externa.

Fístula completa: Fístula que conecta las aberturas interna y externa.

Fístula en herradura: fístula en forma de U que conecta dos aberturas externas cerca del ano.

4. Comprender las complicaciones de la fístula anal. Desafortunadamente, los síntomas causados ​​por una fístula no son la historia completa y pueden provocar sus propias complicaciones, que incluyen: Secreción que puede provocar inflamación alrededor del ano

Tumores del canal anal

Radiomicosis (muy rara)

Sufre daño severo

Fisura anal

Infección del tracto digestivo Por ello, recomendamos encarecidamente que se limpie el ano después de acudir al ir al baño y seguir las normas de seguridad pública e higiene personal requieren que use toallitas húmedas después de usar el baño y las deseche después de cada uso.