Para tratar la rinitis, primero debemos aclarar el tipo de rinitis, incluyendo rinitis aguda, rinitis crónica, rinitis alérgica, rinitis seca y rinitis atrófica. La rinitis aguda, también conocida como resfriado, se puede tratar con medicamentos orales. La rinitis crónica se puede dividir en rinitis crónica simple y rinitis hipertrófica crónica. La rinitis crónica simple se trata principalmente con medicamentos patentados chinos, mientras que la rinitis hipertrófica crónica se puede tratar con cirugía o tratamiento mínimamente invasivo. Para la rinitis alérgica, se pueden utilizar fármacos antialérgicos orales y glucocorticoides tópicos para evitar el contacto con los alérgenos. La rinitis seca generalmente se trata localmente para mantener húmeda la cavidad nasal. La rinitis atrófica se puede tratar tomando vitaminas orales, irrigando la cavidad nasal con solución salina tópica y luego aplicando gotas nasales de menta. Por tanto, para tratar la rinitis se recomienda acudir a un servicio de otorrinolaringología para un examen más detallado y un tratamiento sintomático. Hay muchos tipos de rinitis, algunas son fáciles de tratar y otras no. La rinitis aguda generalmente es fácil de curar. Durante un ataque, se pueden utilizar antiinflamatorios, enjuagar la cavidad nasal con agua de mar fisiológica, rociar hormonas nasales o utilizar una pequeña cantidad de vasoconstrictores y efedrina.
La rinitis crónica acompañada de rinitis crónica simple también es más fácil de tratar. Dependiendo de la situación, si los síntomas no son graves, se puede enjuagar la cavidad nasal con agua de mar fisiológica o utilizar algunas medicinas chinas patentadas para rociar hormonas. Los síntomas de la rinitis hipertrófica crónica son graves y el tratamiento farmacológico no es eficaz, por lo que puede tratarse con cirugía. La rinitis atrófica seca se puede enjuagar con agua de mar fisiológica, gotear con algunos lubricantes aceitosos y tomar por vía oral con preparaciones vitamínicas. Algunas rinitis alérgicas no son fáciles de curar. Las personas con alérgenos específicos, como los ácaros del polvo doméstico y los ácaros del polvo, pueden desensibilizarse y, con suerte, curarse. La mayoría de los demás alérgenos son alérgicos y las preparaciones desensibilizantes aún se encuentran en etapa de desarrollo.