El bebé tiene claramente sueño pero no duerme. ¿Por qué?
En primer lugar, el bebé tiene sueño. Por ejemplo, muchos padres optan por dejar que sus hijos se acuesten tarde para que duerman profundamente. Inesperadamente, son contraproducentes. Una vez que un niño tiene sueño, se volverá cada vez más enérgico. Por lo tanto, los padres deben captar a tiempo las señales de que sus hijos quieren dormir, como bostezos, frotarse los ojos, ojos apagados, etc. Al mismo tiempo, ayudar a su bebé a desarrollar buenos hábitos de sueño le evitará muchos problemas en el futuro. En segundo lugar, los padres deben brindarles a sus hijos un buen ambiente para dormir. Si la casa es demasiado ruidosa o las luces son demasiado brillantes, afectará su sueño.
La temperatura interior no debe ser ni demasiado alta ni demasiado fría. Preparar edredones y almohadas con las que el bebé esté familiarizado puede ayudarle a conciliar el sueño lo antes posible. Al mismo tiempo, los padres también deben confirmar si sus hijos presentan alguna molestia física, como cólicos, flatulencias, fiebre, resfriado, etc., que afecte el sueño de sus hijos. Por último, asegúrese de que su hijo no se emocione demasiado antes de acostarse. Por ejemplo, algunos padres juegan juegos emocionantes con sus hijos antes de acostarse, de modo que incluso si los niños tienen sueño, todavía no quieren irse a dormir. Solo volverán a tener sueño después de la emoción, por lo que los padres deben evitarlos. esta situación.
De hecho, no es problemático cultivar los hábitos de sueño de los niños. Los padres pueden hacer algunas cosas que favorecen el sueño a una hora determinada. Por ejemplo, bañe a su bebé a tiempo a las 8 en punto todas las noches y comience a prepararse para ir a dormir. Ponga música de ritmo lento para que su bebé alivie su emoción. Cierra las cortinas de la habitación y enciende las luces al mínimo. Con el tiempo, los niños desarrollarán el hábito de saber que es hora de irse a la cama después de hacer estas cosas y podrán conciliar el sueño solos incluso sin que sus padres los persuadan.