¿Cómo mantener una cazuela?
Cazuela de temporada: antes de usar su cazuela por primera vez, es necesario sazonarla. Remojar la cazuela en agua durante más de 12 horas y luego sacarla a secar. Luego, aplica uniformemente aceite de cocina en el interior de la cazuela, hornéala en el horno o a fuego abierto durante 1 a 2 horas y luego sácala para que se enfríe.
Uso de cazuela: Cuando utilice una cazuela, evite calentarla vigorosamente y enfriarla bruscamente para evitar que se agriete. Al mismo tiempo, se recomienda humedecer el interior de la cazuela con agua limpia antes de su uso para evitar que la cazuela se seque y provoque quemaduras.
Limpieza de la cazuela: A la hora de limpiar la cazuela se puede utilizar detergente neutro y un cepillo suave. Tenga cuidado de no utilizar fuerza excesiva y limpie con un objeto duro para evitar rayar la superficie de la cazuela. Después de la limpieza, enjuague con agua limpia y seque.
Mantenimiento de la cazuela: La cazuela requiere un mantenimiento periódico para alargar su vida útil. El método de mantenimiento puede ser aplicar una capa de aceite de cocina en una cazuela, luego sellarla con film transparente y colocarla en un lugar fresco y seco. Esto evita que la cazuela se seque demasiado, lo que reduce el riesgo de que se agriete.
Nota: La cazuela no se puede utilizar en hornos microondas, cocinas de inducción y otros métodos de calentamiento. Al mismo tiempo, no es aconsejable almacenar demasiada agua en la cazuela para evitar una presión interna excesiva y rotura. Se recomienda colocar la cazuela en un lugar seco y ventilado para evitar la influencia del ambiente húmedo sobre la cazuela. ?
¿Cómo elegir una cazuela? A la hora de elegir una cazuela, puedes tener en cuenta los siguientes aspectos:
Mira la cerámica: la superficie de una cazuela de alta calidad es lisa y uniforme, y será suave al tacto sin granos de arena que sobresalgan. Esto se debe a que la tierra se revuelve uniformemente durante la preparación de la cazuela, por lo que es menos probable que la cazuela se agriete durante el uso. Si encuentras que la superficie no es tan lisa y se siente rugosa, es porque la arcilla no se removió uniformemente durante la elaboración de la cazuela. En otro caso, se siente suave al tacto, pero si te fijas encontrarás unos pequeños agujeros. Esto se debe a que la cazuela tiene más burbujas durante el proceso de cocción y ambas son propensas a agrietarse. Todo el mundo debe prestar atención a la hora de comprar.
Mira el color: Las cazuelas blancas son más comunes entre las cazuelas, porque la cerámica blanca contiene menos pigmento de óxido de hierro, lo que puede entenderse como menos impurezas. Una cazuela de este tipo no descompondrá sustancias nocivas cuando se calienta, por lo que una cazuela blanca es muy adecuada a la hora de comprar una cazuela.
Mira la forma: una buena cazuela tiene una estructura razonable y un cuerpo bien proporcionado. Será muy estable sobre una superficie plana y no se balanceará hacia adelante y hacia atrás. Revisemos la tapa nuevamente. Puedes darle la vuelta un poco a la hora de elegir una cazuela. Si la tapa queda lisa y cerca de la boca de la olla cuando se voltea, significa que no hay problema con la estructura de la cazuela.
Fijate en la capacidad: Es recomendable comprar una cazuela de un diámetro ligeramente mayor, porque cocinar requiere suficiente espacio. Además, la olla del mismo tamaño tiene un diámetro mayor, lo que tarda menos en cocinarse y ahorra gas.
Mira la pared interior: Aclara la pared interior de la cazuela con agua limpia. Si el color es desigual y hay defectos evidentes, evite comprarlo.
Fíjate en el mango: El mango suele ser de plástico o metal y debe ser cómodo y no resbaladizo.
Fijate en el peso: cuanto más pesada es la cazuela, mejor es la calidad, porque utiliza más materiales y tiene mayor densidad.
Escucha el sonido: Coge la cazuela y agítala para comprobar si el sonido es nítido. Si el sonido es sordo, significa que el material no es bueno.
En base a los puntos anteriores, puedes elegir una cazuela mejor.