¿Cómo juzgar según la clasificación histológica?
Según la malignidad de las células cancerosas, el cáncer de mama se puede dividir en bien diferenciado (grado I), moderadamente diferenciado (grado II) y poco diferenciado (grado III).
Cáncer poco diferenciado: las células cancerosas tienen en su mayoría forma redonda, con una gran proporción nucléolo-citoplasma, nucléolos y cromatina profundamente teñidos, división celular activa, disposición celular desordenada y fuertes tendencias inmaduras. Este tipo de tumor es altamente maligno, prolifera rápidamente, metastatiza tempranamente y tiene mal pronóstico. Sin embargo, debido a la baja madurez de estas células tumorales, generalmente son sensibles a la quimioterapia y la radioterapia. Como el cáncer duro y el cáncer de mama inflamatorio.
Cáncer bien diferenciado: Las células cancerosas suelen tener las características de las células normales, con una proporción núcleo-citoplasma mayor que el cáncer diferenciado, división celular activa y morfología de tejido residual entre tejidos. Este tipo de tumor tiene un bajo grado de malignidad, es difícil de metastatizar o lo hace tardíamente y tiene un pronóstico ligeramente mejor. Sin embargo, estas células tumorales son menos sensibles a la quimioterapia y la radioterapia. Los ejemplos incluyen carcinoma ductal, carcinoma lobulillar in situ y carcinoma eccematoide.
Cáncer moderadamente diferenciado: El grado de malignidad y el pronóstico se encuentran entre los dos anteriores.
El diagnóstico histológico tiene cierta importancia orientadora para el tratamiento clínico del cáncer de mama, pero no significa en absoluto cuál será el pronóstico de cualquier tipo. En la práctica clínica, también es común que algunos tumores bien diferenciados metastaticen en una etapa muy temprana, y los tumores poco diferenciados también pueden volverse resistentes a la radioterapia y la quimioterapia. Por lo tanto, para evaluar objetivamente la importancia clínica del diagnóstico histopatológico, se debe realizar un juicio integral basado en las manifestaciones clínicas y las respuestas posteriores al tratamiento, proporcionando así una guía técnica confiable para el tratamiento clínico del cáncer de mama.