El niño tiene fiebre alta y los antipiréticos son ineficaces. ¿Podemos simplemente trabajar duro? ¿Cuál es la base?
Clínicamente, la gran mayoría de las fiebres son causadas por infecciones virales y son autolimitadas. La influenza y los propios medicamentos antiinfecciosos del bebé son definitivamente un proceso, y la condición dura varios días, por lo que no habrá. ser recurrencias de fiebre. El propósito de administrar medicamentos antipiréticos no es devolver significativamente la temperatura corporal a niveles normales, sino aliviar el malestar provocado por la fiebre. La temperatura corporal continuará fluctuando después de que pasen los medicamentos. Por lo tanto, en esta etapa, los padres deben ser diligentes en las pruebas y el tratamiento sintomático y la atención médica son suficientes. Atención médica en caso de fiebre alta: Dar al niño abundante líquido, como leche, polvo secreto, agua, etc.
Solo si el cuerpo del bebé está adecuadamente hidratado y presenta excesiva sudoración y micción, se puede mejorar la disipación del calor corporal. Cuando la temperatura y la humedad interior son adecuadas, es beneficioso para el bebé usar menos ropa y pantalones, lo que favorece la disipación del calor en la superficie de la piel. Deje que su bebé descanse lo más posible y haga la menor actividad posible, lo que favorece la recuperación. Las quemaduras son enfermedades, no enfermedades. Son causadas por bacterias patógenas (bacterias, infecciones virales), inmunidad, tumores malignos y otros factores. Cuanto más pequeño es el niño, especialmente el recién nacido, menos perfecto es el centro de regulación de la temperatura, más delgada es la piel, menos papel juega la grasa parda en la conservación del calor y el efecto de disipación o retención del calor es deficiente.
Por lo que es muy fácil quedar cubierto por el calor, provocando que la temperatura corporal aumente. Para este tipo de cosas, normalmente tenemos que levantar la colcha para disipar el calor. Otra situación es el escleredema del tejido subcutáneo provocado por el frío, que requiere medidas de aislamiento térmico, como el uso de una incubadora para bebés prematuros. La fiebre se divide clínicamente en dos categorías: infecciosa y no infecciosa. La mayoría del cabello natural de los niños es contagioso y está infectado por virus, bacterias o clamidia y gérmenes. El punto clave cuando un niño tiene fiebre es descubrir la causa. Si la temperatura corporal de su hijo no baja y su estado mental es malo, siempre quiere dormir, está inquieto, irritable, perezoso o incluso tiene convulsiones, debe ser enviado al hospital de inmediato.