¿Qué debo hacer si mi hijo se despierta y tose? ¡Enséñele a identificar rápidamente la causa y a abordarla de forma eficaz!
El niño está resfriado.
Si un niño tose con flema blanca y fina, congestión nasal y siente escalofríos, puede deberse a un resfriado nocturno. Si no hay fiebre y la tos no es intensa, puedes beber agua tibia o agua de jengibre para disipar el resfriado. Si tiene fiebre y tos intensas, busque atención médica de inmediato.
El niño se enfadará.
Si tu hijo tiene dolor de garganta, boca seca y expectoración, puede ser causado por calor interno. Los casos graves pueden tomar medicamentos depurativos y desintoxicantes; los síntomas leves pueden tratarse con terapia dietética como agua de Sídney, decocción de lirio y tremella.
Calor pulmonar en niños
Si un niño tiene tos seca sin flema, no tiene fiebre y tiene sequedad y picazón en la garganta, puede ser causado por el calor pulmonar. Puede comer más alimentos que limpien e hidraten los pulmones para acondicionarlos.
La temperatura ambiente es demasiado alta
Si su hijo se despierta y tose todos los días pero no tose por la noche o tiene una tos leve, puede deberse a la temperatura ambiente alta y aire seco. Puedes bajar la temperatura de la habitación, usar un humidificador o poner una toalla mojada sobre el calentador y dejar que el niño beba un poco de agua tibia antes de acostarse para ayudar a aliviar la tos. Si la tos es intensa, busque atención médica de inmediato.
Alimentos ligeros y nutritivos
Los padres deben prestar atención a la alimentación de sus hijos en el día a día. Cuando el tiempo es seco, se debe proporcionar a los niños alimentos ligeros y nutritivos. Evite comer alimentos pesados para evitar irritar la garganta y provocar inflamación y tos.