Cómo escribir lo que me dijo mi madre

Lo que más me decía mi madre cuando era niña era: crece rápido, todo estará bien cuando seas grande.

Habla, no tengo miedo a las bromas. Cuando era niño, yo era un niño difícil. Llora y sigue las piernas.

Cuando nací, era débil y propenso a las enfermedades. Yo tenía más de tres años en ese momento y no parecía tener dos. Estoy tan delgada que si sopla una ráfaga de viento me caeré y no podré levantarme. No tengo ninguna culpa por no beber la leche de mi madre y no hay otros subsidios. Mi estómago no lo absorbe bien. Vomité y vomité y adelgacé cada vez más.

A veces pienso que el problema de llorar a esta edad es la secuela de pasar hambre cuando era niño. Dijiste que el niño se está muriendo de hambre. ¿Qué otra buena manera puedes decirle a los demás además de llorar?

En ese momento, no sabía por qué los adultos estaban tan ocupados. De todos modos, veo a mi madre muy tarde todos los días. Va a trabajar durante el día y regresa a casa por la noche para mantenerse ocupada. Trabajaba en una fábrica de ropa, confeccionaba ropa para el gobierno durante el día y por la noche regresaba a casa para hacer trabajos privados para los vecinos. Después de terminar una pila, llegó otra pila interminable de tela. Cuando veo a los vecinos que vienen a recoger ropa, vistiendo ropa nueva y sonriendo, me acurruco detrás de mi madre y decididamente no peleo con ellos. Cuando mi madre vio que yo no cooperaba, no tuvo más remedio que explicarme: este niño es demasiado tímido y estará bien cuando crezca.

¡Crece rápido, crece rápido!

Cuando no saludo a la gente, mi madre dice esto: Ella va a trabajar y no la dejo seguir la rutina. Después de llorar, ella me sostenía la cabeza y decía lo mismo; cuando estaba en la escuela, cada vez que pagaba mi matrícula, siempre se retrasaba una y otra vez. Realmente ya es demasiado tarde para hablar. Mi mamá decía lo mismo cuando juntaba el dinero y me lo entregaba...

Crecí, me casé y tuve mis propios hijos. En ese momento lo que más me decía mi madre era: ¡Creo que está bien! ¡Realmente bueno!

Es la naturaleza de una mujer amar la belleza, y yo no soy una excepción. Especialmente cuando se trata de fitness, no soy nada ambiguo, porque cuando veo la cintura redonda de mi madre, tengo miedo de que algún día me vuelva como ella.