Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimientos de oftalmología - Una madre de 40 años de Shandong se cortó el hígado para salvar a su hijo. ¿Qué opinas de este tipo de amor maternal?

Una madre de 40 años de Shandong se cortó el hígado para salvar a su hijo. ¿Qué opinas de este tipo de amor maternal?

Ver las acciones de esta madre me hizo comprender verdaderamente qué es el amor maternal y por qué se dice que el amor maternal es el más grande. Esta madre utilizó sus acciones prácticas para explicar su profundo amor por sus hijos. Su comportamiento también conmovió a innumerables internautas.

El incidente ocurrió en Shandong. Una madre de 40 años intentó salvar a su hijo que tenía cirrosis hepática. Le cortó la mayor parte del hígado y se lo trasplantó a su hijo. Después de la operación, ignoré el dolor y no descansé mucho. Volví a ver al niño y comencé a cuidarlo.

Después de enterarme de este incidente, obtuve una nueva perspectiva sobre el amor maternal y se me ocurrieron las siguientes dos ideas. 1. El amor de una madre por sus hijos está más allá de todo lo demás

No hay madre que no ame a sus hijos, y no hay madre que no se preocupe por sus hijos. Esta madre pidió dinero prestado a familiares y amigos después de que su hijo contrajera cirrosis hepática. Al final, para curar a su hijo, le dio la mayor parte de su hígado.

Las madres han dado todo lo que tienen a sus hijos. Madres como esta son muy comunes y a menudo se pueden encontrar en la vida. Estas madres también son geniales, si pueden, están dispuestas a intercambiar sus vidas. 2. La seguridad de los niños es el mayor deseo de una madre

Los niños son el corazón y el alma de la madre Muchas madres no esperan que sus hijos tengan éxito y se conviertan en personas capaces. Pero sin una madre, no quiere que sus hijos vivan una vida pacífica.

Para que esta madre pueda mantener a sus hijos sanos y salvos, luchará por ello mientras haya un rayo de esperanza. Francamente, incluso si quiebra, no renunciará a sus hijos. Al elegir un trasplante de hígado, no se puso nerviosa ni tuvo miedo, sino que sonrió durante todo el proceso. Porque sabía en su corazón que cuando despertara de nuevo, el niño estaría curado y ya no sería torturado por la enfermedad.

El comportamiento de esta madre es muy conmovedor. Se suponía que debía descansar en cama, pero arrastró su cuerpo enfermo hasta la cama de su hijo y se hizo cargo de su alimentación, ropa y vida diaria. Sin el apoyo del amor maternal, nunca habría podido lograrlo.