¿Cuáles son los motivos del diagnóstico de anestesia?
Alimentos: el pescado, los camarones, los huevos y la leche son los más comunes, seguidos de la carne y algunos alimentos vegetales como las fresas, el cacao y los tomates. Además, los alimentos en mal estado se descomponen en péptidos y los péptidos alcalinos liberan histamina. Los alimentos proteicos se absorben en forma de peptona o péptidos antes de la digestión completa, lo que puede provocar urticaria. Es más común en niños. También puede deberse a la diferente permeabilidad de la mucosa del tracto digestivo entre niños y adultos. Además, los colorantes, saborizantes, conservantes y sustancias naturales o sintéticas añadidos a los alimentos también pueden provocar urticaria.
Fármacos: se pueden dividir en dos categorías, una son fármacos que pueden formar antígenos y la otra son agentes liberadores de histamina.
Infección: Diversos factores infecciosos pueden provocar esta enfermedad. Los patógenos más comunes son los virus y Staphylococcus aureus, seguidos de la hepatitis, la mononucleosis infecciosa y el virus coxsackie. Infecciones parasitarias, como lombrices intestinales, anquilostomas, esquistosomiasis, filariasis, amebas e infecciones bacterianas por plasmodio, como amigdalitis aguda, absceso alveolar, sinusitis, impétigo, septicemia, etc.
Inhalación: Polen, polvo, caspa de animales, humo, plumas, esporas de hongos y otros alérgenos transportados por el aire.
Factores físicos: estímulos físicos y mecánicos como el frío, el calor, la luz solar, la fricción y la presión.
Factores animales y vegetales: como picaduras de insectos, rebabas venenosas (como orugas, escarabajos, polillas) y contacto con ortigas y lana.
Factores mentales: estrés o excitación mental, liberación de acetilcolina tras el ejercicio.
Factores genéticos: Ciertos tipos de urticaria están relacionados con la genética, como la urticaria familiar por frío y el síndrome de urticaria familiar hereditaria.
Enfermedades viscerales y sistémicas: como fiebre reumática, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, tumores malignos, hipertiroidismo, hiperlipidemia, cambios endocrinos (menstruación, embarazo, menopausia), enfermedades infecciosas, mononucleosis y enfermedades crónicas como colecistitis. , nefritis y diabetes.