Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimientos de oftalmología - Un cuento de hadas muy corto se puede escribir en aproximadamente 1 o 2 minutos. El tema se puede escribir en los primeros tres minutos de la clase de cuarto grado.

Un cuento de hadas muy corto se puede escribir en aproximadamente 1 o 2 minutos. El tema se puede escribir en los primeros tres minutos de la clase de cuarto grado.

El León y el Búfalo

Un león hambriento ve una manada de búfalos pastando. El león se inclinó, bajó la espalda y silenciosamente se acercó al bisonte bajo la cubierta de la hierba.

El león se acerca cada vez más al bisonte, pero el bisonte no siente el peligro en absoluto y sigue pastando tranquilamente.

El león entró en el campo de captura, saltó y disparó una flecha a la manada de bisontes. El bisonte entró en pánico y huyó. Un león persigue a un búfalo joven. El búfalo huyó desesperadamente, y cada vez que el león intentaba alcanzarlo, se daba vuelta y mantenía la distancia. Pero no pasó mucho tiempo antes de que el bisonte perdiera su fuerza. La distancia entre leones y bisontes se está acortando.

De repente, el bisonte se detuvo, giró bruscamente y dirigió sus cuernos hacia el león. El león también se detuvo, tratando de encontrar una oportunidad para atacar, pero los cuernos del bisonte seguían apuntándolo. El león y el búfalo se enfrentaron en un punto muerto.

De repente, el bisonte dio un paso adelante, y el león dio un paso atrás, tumbado de espaldas, con las extremidades en el aire, como un gatito, pero sus ojos entrecerrados seguían mirando al bisonte. . La "cobardía" del león hizo que el bisonte se sintiera heroico, y de repente apuñaló al león que yacía en el suelo con sus cuernos...

Durante los siguientes tres segundos, la imagen de arriba no se movió en absoluto. Estos breves tres segundos separan la victoria de la derrota, la vida y la muerte.

Tres segundos después, el fuerte cuerpo del poderoso bisonte cayó lentamente sin ninguna resistencia. La sangre y los dientes del león habían apretado la garganta del bisonte.

Es ley de la naturaleza que los débiles se comen a los fuertes, no hay que lamentarse. Pero siempre siento que el león no sólo es más afilado que sus dientes, sino también astuto; el bisonte no sólo es derrotado por la falta de dientes afilados, sino también ciegamente arrogante tras ser engañado.