¿Qué debo hacer si tengo amigdalitis aguda? ¿Cómo es el tratamiento?
La amigdalitis aguda es una inflamación aguda inespecífica de las amígdalas palatinas, también conocida como amigdalitis palatina aguda, y suele ir acompañada de diversos grados de faringitis aguda. En primer lugar, la aparición es repentina, que puede ir acompañada de síntomas como sensibilidad al frío y fiebre alta, y suele durar de tres a cinco días. También pueden producirse dolores de cabeza, pérdida de apetito, fatiga, dolor de espalda, dolor de piernas e incluso estreñimiento. En los niños, la fiebre alta puede provocar convulsiones, vómitos y somnolencia.
Si se trata de amigdalitis aguda, se debe prestar más atención al reposo en cama y beber mucha agua para eliminar las toxinas producidas en el organismo tras una infección bacteriana. Enjuáguese la boca con agua ligeramente salada varias veces al día para mantenerla limpia. Si la temperatura corporal es demasiado alta, se debe utilizar enfriamiento físico. Puede aplicar compresas de hielo en la cabeza y el cuello o limpiar el cuerpo con alcohol de baja concentración para disipar el calor. Cuando se usan antibióticos, se deben observar de cerca la temperatura, el pulso y otros cambios del paciente. Si la fiebre aún persiste, podemos aumentar la dosis de antibióticos o cambiar de medicamento bajo la orientación de un médico. Asegúrese de que sus evacuaciones intestinales sean suaves. Puede tomar laxantes para ayudarle a defecar cuando esté estreñido.
Además, debes prestar más atención a la higiene bucal. Las bacterias en la boca pueden irritar directamente las amígdalas y causar amigdalitis. Es necesario evitar los resfriados en la vida diaria, prevenir y tratar activamente las infecciones del tracto respiratorio superior, como resfriados, rinitis, etc., y también reducir la aparición de amigdalitis supurativa aguda. Preste atención a una dieta rica y coma más alimentos calmantes y desintoxicantes para asegurar una nutrición equilibrada. Evite el esfuerzo excesivo, que puede provocar una disminución de la resistencia del cuerpo y facilitar que los virus invadan y causen una infección de las amígdalas.