Los gatitos jadean muy rápido mientras duermen.
No te preocupes demasiado al principio. Necesitamos descartar la dificultad para respirar en los gatos causada por otras enfermedades, como un golpe de calor, ejercicio extenuante, hipertermia o reacciones de estrés causadas por emociones anormales y estrés. La dificultad para respirar causada por estos casos es básicamente de corta duración y puede calmarse y aliviarse con un poco de ajuste y descanso. Mientras prestes más atención y observes, generalmente no habrá mayores problemas.
Excluyendo estas premisas, cuando la frecuencia respiratoria del gato todavía es demasiado alta o incluso se vuelve más grave, pueden ser síntomas de las siguientes tres enfermedades, y cada una de ellas es una enfermedad relativamente peligrosa.
1.
Enfermedades Respiratorias
Una de las causas de la dificultad para respirar en los gatos son los problemas respiratorios. Las alergias son una causa común e incluso pueden provocar ataques de asma en casos graves.
Además, también son posibles infecciones virales e infecciones parasitarias pulmonares, como la infección por el virus del herpes felino (también conocido como rama nasal felina), la infección por calicivirus y la espiroqueta pulmonar.
Además, existen infecciones del tracto respiratorio superior, asma bronquial felina, bronconeumonía y otras enfermedades respiratorias, que pueden provocar dificultad para respirar en los gatos. Si desea diagnosticar y descartar, debe acudir al hospital para un examen profesional.
2. Derrame pleural y enfermedad pulmonar
. Cuando hay agua en el pecho y el abdomen de un gato, el agua comprimirá el pecho y dificultará la respiración del gato. Si el abdomen todavía está hinchado y hay una sensación de altibajos al acariciar el abdomen (es decir, ascitis), es probable que se trate de una peritonitis infecciosa felina muy peligrosa, con una tasa de mortalidad cercana a 100.
Existe otra enfermedad de alto riesgo que también puede provocar dificultad para respirar en los gatos, y es la neumonía y el edema pulmonar. El edema pulmonar puede causar la muerte inmediata en los gatos, apareciendo espuma rojiza en la tráquea, la garganta o las fosas nasales.
Por eso, cuando un gato tiene dificultad para respirar, es necesario que se tome el tiempo para ir al hospital para su examen y tratamiento. Después de todo, una vez que estas enfermedades de alto riesgo estallan, pueden ser irreversibles y lo único que podemos hacer es correr contra el tiempo.
3. Anomalías cardiovasculares
La última causa de dificultad para respirar en los gatos es la enfermedad cardíaca, y la causa común es la miocardiopatía hipertrófica.
La miocardiopatía hipertrófica es preocupante porque muchos gatos enfermos no muestran síntomas evidentes, tienen ataques mucho más graves y siguen siendo incurables.
Además de la dificultad para respirar, que es relativamente fácil de detectar, la falta de ejercicio, la lengua morada y blanca y la tos también son complicaciones típicas.
Aunque la miocardiopatía hipertrófica se ve afectada por la obesidad del gato, no es la causa directa. De hecho, es una enfermedad genética. La tasa de incidencia de los gatos machos es mayor que la de las gatas y no está restringida por la edad. Los gatos de entre 4 meses y 16 años pueden enfermarse.
Pero pase lo que pase, el peso del gato debe controlarse en un estado saludable. La obesidad se ha convertido en un asesino invisible de la salud de los gatos, ¡por eso debemos prestarle atención!
Para tratar las tres enfermedades anteriores, cuanto antes se detecten, mejor y no hay necesidad de demorarse. Aunque no hay garantía de que se cure, cuanto más se demore, mayor será el riesgo.