¿Pueden las hojas secas de loto, el jengibre y la azufaifa remojadas en agua ayudar a perder peso?
Una vez más, debemos tener claro el orden en el que el cuerpo consume energía: todos los alimentos que ingerimos acabarán descomponiéndose en tres tipos de energía: glucógeno, grasas y proteínas. El orden en que el cuerpo los consume es glucógeno-grasa-proteína.
Entonces, para perder peso, primero se debe consumir glucógeno. Cuando el glucógeno es insuficiente, el cuerpo descompondrá la grasa. Por lo tanto, puedes comer normalmente y no necesitas ponerte a dieta para mantener las actividades humanas básicas. La clave es consumir el exceso de glucógeno en la dieta normal mediante el ejercicio, lo que hace que el cuerpo descomponga la grasa corporal, complemente la energía para la actividad celular y logre el efecto de pérdida de peso.
En este proceso, los medicamentos auxiliares o los productos para bajar de peso pueden acelerar el proceso (para evitar sospechas de publicidad, no mencionaré la marca específica aquí. Al elegir, solo asegúrese de si puede desempeñar un papel). en el proceso del mecanismo que describí anteriormente), para lograr el efecto de pérdida de peso con menos ejercicio y sin hacer dieta.
Remojar juntos hojas secas de loto, jengibre y azufaifo es un método de terapia dietética natural, aunque tiene cierto efecto, pero es muy limitado. No más que los medicamentos habituales o los productos para adelgazar porque sus principios activos están purificados. Por ejemplo, tomar un medicamento puede requerir cientos o incluso miles de kilogramos de alimento similar para lograr el efecto deseado.
Aparte de eso, otros métodos externos no tienen sentido. Todo el mundo debería conocer la sencilla ley de conservación de la energía. La grasa no puede desaparecer automáticamente y excretarse del cuerpo sin convertirse en energía u otras sustancias. Las características de excreción del cuerpo sólo se pueden lograr a través del sudor, la orina, las heces, la secreción de saliva, etc. Si nos saltamos directamente la regla de que el cuerpo usa primero el glucógeno y descompone directamente la grasa, entonces este método debe lograrse estimulando a la fuerza la función de una determinada célula del órgano, a expensas de la vida del órgano, y la ganancia supera la ¡pérdida!