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¿Qué tipo de tratamiento debe recibir un niño con fiebre y ganglios linfáticos inflamados?

La fiebre con linfadenopatía sistémica es común en las siguientes enfermedades.

Mononucleosis infecciosa: Se trata de una enfermedad infecciosa aguda causada por la infección por el virus de Epstein-Barr. Generalmente, el inicio es agudo, con síntomas de infección del tracto respiratorio superior como fiebre y dolor de garganta. El agrandamiento de los ganglios linfáticos puede ocurrir rápidamente, siendo el agrandamiento múltiple simétrico de los ganglios linfáticos en ambos lados del cuello el más común. También se puede observar agrandamiento de los ganglios linfáticos inguinales y axilares. Al mismo tiempo, muchos niños pueden tener hepatoesplenomegalia o sarpullido. Las pruebas de laboratorio muestran que los glóbulos blancos generalmente están elevados y los linfocitos atípicos suelen superar el 10%. La mayoría de las pruebas de aglutinación de heterófilos séricos son positivas. La enfermedad es autolimitada y puede curarse en un corto período de tiempo con el tratamiento adecuado.

Leucemia: Se trata de una enfermedad proliferativa maligna del sistema hematopoyético, siendo la leucemia linfoblástica aguda infantil la más común. Los síntomas principales en la etapa inicial de la enfermedad son fiebre, seguida de linfadenopatía, hepatoesplenomegalia, anemia, sangrado y otros síntomas. Los linfocitos se pueden encontrar en los bebés en un frotis de sangre terminal. En este momento, se debe realizar un examen de punción de la médula ósea de inmediato para confirmar el diagnóstico y la quimioterapia lo antes posible.

Linfoma maligno: Se trata de un tumor maligno que se origina en los ganglios linfáticos u otros tejidos linfoides. La manifestación principal es la inflamación progresiva de los ganglios linfáticos superficiales de todo el cuerpo, que puede ir acompañada de fiebre. El diagnóstico generalmente se puede realizar mediante un examen de médula ósea, una biopsia de ganglios linfáticos y una tomografía computarizada. Los principales tratamientos son la radioterapia y la quimioterapia. Además, la fiebre y la linfadenopatía se observan a menudo en enfermedades como el lupus eritematoso sistémico, la histiocitosis maligna y la histiocitosis X.