Introducción a la tasa de lixiviación
La lixiviación es un proceso propio de la hidrometalurgia. La llamada lixiviación consiste en agregar materiales sólidos (como minerales, concentrados, arena fundida u otros productos semiacabados) al solvente líquido de modo que uno o más metales valiosos en los materiales sólidos se disuelvan en el solvente líquido para que se puede eliminar de la solución en el siguiente paso. Extraer metales valiosos. Por ejemplo, en el proceso de lixiviación de zinc de la hidrometalurgia, se utiliza una solución diluida de ácido sulfúrico o electrolito residual del taller de electrólisis como solvente para lixiviar arena tostada de zinc, de modo que el zinc en la arena tostada se disuelva en la solución de ácido sulfúrico. El proceso de lixiviación generalmente se lleva a cabo a temperatura y presión normales, pero para fortalecer el proceso de lixiviación, a menudo se utiliza lixiviación a alta temperatura y alta presión.
El objetivo de la lixiviación es disolver al máximo todos los metales a extraer en el disolvente, y cuantas menos impurezas se disuelvan, mejor. No importa qué disolvente se elija, siempre es difícil disolver el 100% del metal a extraer. Asimismo, algunas impurezas siempre se disuelven. Para expresar el grado de lixiviación de una sustancia, se suele utilizar la tasa de lixiviación.