Líquido en los riñones del perro.

La hidronefrosis suele ser unilateral y ocurre secundaria a cálculos renales, tumores, retroperitoneo (el espacio anatómico detrás de la cavidad abdominal), enfermedades, traumatismos, radioterapia y adherencias ureterales accidentales durante la micción, lo que resulta en una obstrucción total o parcial de los riñones o los uréteres. . Ectopia ureteral. En la mayoría de los pacientes, la hidronefrosis ocurre cuando se acumula líquido en los riñones, lo que resulta en el desarrollo de la pelvis renal (la porción proximal del uréter en forma de embudo en el riñón) y divertículos (bolsas externas que se producen como consecuencia de la atrofia renal obstructiva) Expansión progresiva . La hidronefrosis bilateral (dilatación y dilatación de la pelvis renal) es rara. Cuando ocurre, generalmente es secundario a una enfermedad del trígono (el área triangular lisa en la base de la vejiga), de la próstata o del tracto urinario.

Debes proporcionar a tu veterinario la mayor cantidad de información posible sobre la salud de tu perro y sus actividades recientes. Después de realizar un historial médico detallado, su veterinario le realizará a su perro un examen físico completo. Las pruebas de laboratorio estándar incluyen perfiles de química sanguínea, hemograma completo, pruebas de electrolitos y análisis de orina para descartar o confirmar otras afecciones.

La radiografía abdominal y la ecografía son herramientas importantes en el diagnóstico de la hidronefrosis y su causa subyacente. También es esencial una cistoscopia transuretral o colposcopia, que utiliza una pequeña cámara para observar el interior de la vagina o la uretra (los dos tubos que van desde los riñones hasta la vejiga).