Métodos de autorrescate para perros con moquillo canino
El moquillo canino tiene una evolución prolongada y requiere que los dueños de mascotas cuiden a los perros enfermos con paciencia y cuidado. Si su perro tiene fiebre intensa, puede utilizar métodos de enfriamiento físico, como usar toallas llenas de hielo para aplicar compresas frías y limpiar las almohadillas de las patas, los conductos auditivos externos y otras partes peludas del perro con agua fría. Si el perro no mejora durante el período de tratamiento, pierde el apetito, está apático y desarrolla síntomas neurológicos de convulsiones, se recomienda que el dueño opte por la eutanasia para evitar que el perro sufra.
Algunos perros pueden tener secuelas de convulsiones y dientes poco desarrollados después de curarse. Sin embargo, el perro adquirirá anticuerpos contra el virus del moquillo canino, y la posibilidad de contraer moquillo canino en el futuro es muy baja.
Causas del moquillo canino
Si el perro no está vacunado es fácil infectarse tras el contacto con un perro con moquillo canino. Sin embargo, la exposición al virus del moquillo canino no sólo causa enfermedad. El hecho de que contraiga el virus del moquillo canino depende principalmente de la fuerza de la cepa del virus del moquillo canino y de la resistencia del perro al virus del moquillo canino. Generalmente, los perros que no son vacunados desde cachorros corren mayor riesgo de enfermarse.
Por ello, para reducir el riesgo de infección en los perros, se recomienda que los propietarios vacunen a sus perros para prevenir enfermedades cuando tengan 45 días de edad, y posteriormente cada 265.438 0 días. Dos inyecciones consecutivas pueden producir anticuerpos de alta concentración, seguidas de vacunas de refuerzo anuales. El moquillo canino es una enfermedad infecciosa y muy contagiosa. La principal vía de transmisión es el tracto respiratorio, seguido del tracto digestivo.