Después de dar a luz, se me cayó todo el cabello y la caída se hizo más severa. ¿Qué pasó?
El cabello, al igual que el resto de tejidos, necesita metabolismo. En términos generales, es necesario reemplazar todo el cabello cada cinco años, porque el cabello suele renovarse por etapas y lotes y no se nota fácilmente. Durante el embarazo, debido a que la madre embarazada secreta más estrógeno de lo habitual, la vida útil del cabello se prolonga, la tasa de caída del cabello se ralentiza y una gran cantidad de cabello se "detiene". Después del parto, el nivel de estrógeno en el cuerpo vuelve a la normalidad y quienes tienen un "servicio prolongado" se "jubilan" gradualmente, por lo que se produce la caída del cabello posparto.
2. Influenciado por factores mentales
Los factores psicológicos son una de las razones de la caída masiva del cabello posparto en las mujeres. Muchas nuevas madres han estado en un estado de tensión y ansiedad o han recibido estimulación mental adversa, lo que puede provocar una disfunción de la corteza cerebral y del sistema nervioso autónomo, y desequilibrar los nervios que controlan los vasos sanguíneos en el cuero cabelludo, reduciendo el suministro de sangre al cuero cabelludo. provocando desnutrición y caída del cabello. Además, la caída masiva del cabello provocará más estrés mental y ansiedad, agravará la caída del cabello y, a la larga, conducirá a un círculo vicioso.
3. Nutrición desequilibrada
Debido a que el embarazo y el parto son un proceso de consumo enorme para la mujer, la recuperación corporal posparto y la alimentación infantil requieren una gran cantidad de complementos nutricionales. Si una madre posparto tiene malas funciones de digestión y absorción, come de manera demasiado monótona y es exigente con la comida, fácilmente puede sufrir deficiencias o desequilibrios nutricionales, lo que lleva a un suministro insuficiente de proteínas, vitaminas o minerales en el cuerpo, afectando así el crecimiento del cabello y metabolismo.
4. Cuidado inadecuado de la cabeza
Algunas madres no se atreven a lavarse ni peinarse durante el confinamiento por influencia de antiguas costumbres locales. Estos malos hábitos harán que la secreción de sebo y el polvo del cuero cabelludo se mezclen y acumulen, lo que no solo afecta el suministro de sangre a la cabeza, sino que también provoca fácilmente foliculitis o infección del cuero cabelludo, aumentando así las posibilidades de caída del cabello.