Las personas enojadas tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades mamarias. ¿Cuál es la base científica para esto?
Por ejemplo, la hiperplasia mamaria. Las mujeres padecen hiperplasia mamaria, que está relacionada principalmente con la ira. Cuando estás enojado, el fuego de tu hígado se vuelve fuerte y tus senos son el lugar por donde pasa el meridiano del hígado. Una vez enojado, el qi del hígado se bloqueará, provocando hiperplasia mamaria. Además, la ira puede provocar trastornos endocrinos, que también es la principal causa de hiperplasia mamaria. Cuando se produce hiperplasia mamaria, las mujeres experimentarán sensibilidad en los senos, bultos o nódulos en los senos y secreción del pezón. Si los síntomas de la hiperplasia mamaria son severos y no se tratan a tiempo, existe riesgo de cáncer.
La relación entre el sistema endocrino femenino y las emociones es la más directa. Una vez que las mujeres experimentan emociones negativas como ira, enfado, tensión, ansiedad, etc. durante mucho tiempo, se producirán trastornos endocrinos. Una vez que ocurren los trastornos endocrinos, se producirá insuficiencia ovárica prematura y disminuirá la secreción de hormonas sexuales. No sólo afecta la menstruación, sino que también provoca diversos problemas en la piel de la mujer, como manchas, arrugas, sequedad y tez oscura.
Cuando las mujeres están enojadas, el flujo sanguíneo en el tracto gastrointestinal se ralentiza, provocando una peristalsis gastrointestinal anormal, reduciendo así las funciones digestivas y de absorción y afectando gravemente la salud gastrointestinal. El resultado puede ser pérdida de apetito, hinchazón, dolor abdominal e incluso úlceras gástricas. Si está enojado durante mucho tiempo, es probable que provoque la aparición de cáncer gástrico.
Cuando una mujer está enojada, la sangre que fluye hacia los vasos sanguíneos cerebrales aumentará rápidamente, lo que aumentará la presión intracraneal en el cerebro, lo que facilitará la aparición de síntomas como confusión, mareos y dolores de cabeza. En casos graves, incluso puede haber riesgo de hemorragia cerebral. Además, cuando está enojado, el flujo de sangre hacia el corazón se reducirá considerablemente, lo que provocará hipoxia e isquemia cardíaca. Esto aumentará considerablemente la carga sobre el corazón y provocará diversos problemas cardíacos, como arritmia, isquemia miocárdica o enfermedad coronaria.