¿Cuáles son los primeros síntomas de la rabia canina?
1. Epidemiología
La rabia canina es una enfermedad mortal causada por un virus que se transmite principalmente a través de la saliva de los perros, por lo que suele observarse en lugares donde se reúnen los perros. En términos generales, cuanto más contacto tenga un perro con los humanos, mayor será el riesgo de infección. Además, el riesgo de infección aumenta en zonas cercanas a zonas endémicas de rabia.
Los estudios epidemiológicos muestran que los meses de mayor incidencia de rabia canina suelen ser el verano y el otoño. Cuando los principales pacientes de rabia en una zona son perros, la tasa de infección humana aumentará en consecuencia.
2. Síntomas después de la infección
La rabia canina suele pasar por tres etapas diferentes después de la infección, y cada etapa tendrá síntomas diferentes.
La primera etapa es el período de incubación después de que el virus ingresa al cuerpo, que generalmente dura de 2 a 3 semanas. Durante este tiempo, es difícil diagnosticar la infección porque no hay síntomas evidentes.
La segunda fase suele durar 3-4 días y se denomina periodo de excitación. Durante esta etapa, los síntomas caninos comienzan a hacerse evidentes, incluidas anomalías de comportamiento como excitación, agresión y sospecha. El perro mostrará signos de estar demasiado excitado cada vez que se exponga a estímulos o ruidos externos. Además, el perro también mostrará dificultad para tragar y beber alocadamente.
La tercera etapa suele ser rápidamente progresiva y se denomina etapa de parálisis. Durante esta etapa, los perros desarrollarán una serie de síntomas neurológicos, que incluyen parálisis de las extremidades, insuficiencia respiratoria y, en última instancia, la muerte.
3. En cuanto a los métodos de diagnóstico
Actualmente, el método más fiable para diagnosticar la rabia canina es la detección cuantitativa de los niveles de anticuerpos en el organismo mediante análisis de sangre. Entre 2 y 12 semanas después de la infección, los niveles de anticuerpos pueden alcanzar niveles lo suficientemente altos como para ser detectados. Al mismo tiempo, los análisis de sangre también tienen una especificidad y sensibilidad muy altas y pueden diagnosticar con precisión la afección.
Además, las pruebas del líquido cefalorraquídeo también se pueden utilizar para determinar la infección por rabia en perros. Sin embargo, la precisión diagnóstica de las pruebas de líquido cefalorraquídeo es baja y la operación es complicada, lo que requiere la realización de las pruebas por parte de profesionales.
4. Prevención y tratamiento
En términos de prevención, el método más eficaz es la inyección de la vacuna contra la rabia. Las vacunas suelen recomendarse después de que el perro cumpla los 3 meses de edad y deben vacunarse una vez al año. Al mismo tiempo, en caso de contacto con perros, se debe evitar el contacto con perros infectados, especialmente perros salvajes o desconocidos.
Una vez infectados, los perros suelen presentar diferentes síntomas. Sin embargo, una vez entra en la fase de parálisis, la condición del perro es irreversible y eventualmente morirá. Por lo tanto, una vez que aparecen los síntomas, se debe enviar al perro al centro de diagnóstico animal para su diagnóstico y tratamiento lo antes posible para controlar la progresión de la enfermedad lo antes posible.