Las diferencias y ventajas de los fármacos biológicos y los fármacos químicos de molécula pequeña.
El proceso de síntesis química tradicional no implica macromoléculas biológicamente activas (proteínas, ácidos nucleicos, etc.) ni microorganismos, sino que se sintetiza mediante reacciones orgánicas clásicas mediante rutas de síntesis diseñadas artificialmente.
La introducción de la biotecnología se refleja principalmente en la participación de moléculas bioactivas como diversas enzimas en la síntesis. La mayor ventaja es que se mejora la selectividad de la reacción, las condiciones de reacción son más suaves y la velocidad de reacción también mejora hasta cierto punto. Al mismo tiempo, es más conveniente la síntesis con la participación de microorganismos. Por ejemplo, se ha utilizado E. coli con cromosomas modificados para sintetizar fármacos. Siempre que se proporcione un medio de cultivo que contenga materias primas sintéticas, todas las enzimas de E. coli pueden utilizar estas materias primas para sintetizar fármacos.
Los fármacos biológicos son productos biológicos que son más eficaces que los fármacos químicos y tienen menos efectos secundarios. Aunque los medicamentos químicos tienen un costo relativamente bajo, tienen efectos secundarios elevados y pueden desarrollar resistencia a los medicamentos si se usan en exceso. Los fármacos químicos se sintetizan mediante reacciones químicas y cada uno tiene sus propias ventajas. La biotecnología incluye principalmente la síntesis orgánica de sustancias biológicamente activas especiales como la insulina (ahora bacterias genéticamente modificadas) y el cultivo de vacunas en animales u órganos vivos. Estos métodos de síntesis química son costosos o casi imposibles de sintetizar, pero sus desventajas son que el ambiente de reacción es severo y los reactivos contienen proteínas extrañas, que pueden provocar alergias fácilmente. Sin embargo, muchos fármacos se sintetizan mediante reacciones químicas reales y muchos pasos, con altos rendimientos, pero muchos subproductos tienen bajos rendimientos y contaminan el medio ambiente. Los medicamentos biológicos no requieren metabolismo hepático ni renal, pero muchos medicamentos químicos requieren metabolismo hepático y renal, y el uso prolongado puede dañar el hígado y los riñones.