Tratamiento de la peste paratifoidea porcina
Los cerdos con síntomas graves deben ser sacrificados a tiempo y tratados de forma inofensiva para evitar mayores costes y dificultades de curación. Aquellos con síntomas leves deben ser tratados de forma aislada. El principio del tratamiento es seleccionar fármacos que tengan un mayor impacto sobre la eficacia bacteriana y aplicarlos en grandes dosis en las primeras etapas de la enfermedad.
El fármaco preferido es el cloranfenicol, y la dosis oral es de 3 gramos al día para cerdos de 30 kg, de 2 a 3 veces por vía oral. La dosis de inyección intramuscular es de 30 kg, 0,9 g por día, dividida en 2 a 3 veces, durante 4 a 6 días. La dosis oral de oxitetraciclina es la misma que la anterior.
El sulfametoxazol o la sulfadiazina son más eficaces, y la dosis inicial para cerdos de 30 kg es de 6 gramos cada vez. La capacidad de mantenimiento se reduce a la mitad, dos veces al día, 1. Al mismo tiempo se añade el sinérgico de sulfonamida, 120 mg por vez para cerdos que pesan 30 kg, el efecto es mejor y dura de 7 a 10 días.
A los cerdos que pesaban 30 kg se les administró furazolidona por vía oral, 1,2 g cada vez, dos veces al día. Después de 3-5 días de uso, reducir la dosis a la mitad y tomar otros 3-5 días.
De 5 a 25 g de ajo, machacados hasta obtener pasta de ajo o en tintura de ajo, por vía oral, 1, 3 veces al día, durante 3 a 4 días.