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¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis en la vida diaria?

1. Cansancio y fatiga

Este síntoma es un síntoma común en pacientes con hepatitis y cirrosis. El grado suele ser coherente con la gravedad de la enfermedad hepática y su gravedad disminuirá gradualmente a medida que la hepatitis mejore. Las personas con síntomas leves pueden sentir que no pueden trabajar durante mucho tiempo, se fatigan fácilmente y tienen una eficiencia laboral reducida. Las personas con mayor peso se sienten débiles en todas partes y sus piernas pesan. Se sienten incapaces de soportar ni el más mínimo movimiento y deben descansar en la cama.

Las causas del cansancio y la fatiga son:

(1) Daño a las células del hígado.

Los hepatocitos se dañan, lo que produce una disminución de la colinesterasa en la sangre, lo que lleva a una disfunción fisiológica de la combinación neuromuscular, provocando que la acetilcolina como medio de conducción nerviosa se libere y no pueda destruirse a tiempo, actuando sobre músculos estriados durante mucho tiempo, lo que hace que los músculos estriados se exciten excesivamente y se conviertan en inhibición.

(2) Trastorno del metabolismo del azúcar

Durante la hepatitis, el metabolismo del azúcar se altera y el proceso de conversión del ácido láctico en glucógeno es lento, lo que provoca que el ácido láctico se acumule en el tejido muscular. Al mismo tiempo, los trastornos del metabolismo de la glucosa también reducen la producción de trifosfato de adenosina (ATP), lo que provoca un suministro insuficiente de energía al tejido muscular.

(3) Retención de sales biliares

La enfermedad hepática afecta la excreción de bilis. Las sales biliares permanecen en el organismo e inhiben la acción de la colinesterasa.

(4) Deficiencia de vitamina E

Cuando el hígado está enfermo, la excreción de bilis no es fluida y existen obstáculos en la digestión y absorción de la grasa biliar, lo que afecta la absorción de vitamina E y reduce el contenido de vitamina E en el cuerpo. La vitamina E puede regular el sistema enzimático del cuerpo, reducir el consumo de oxígeno de los tejidos y mejorar la tolerancia de los tejidos a la hipoxia. Cuando la vitamina E es deficiente, el consumo de oxígeno muscular aumenta, lo que provoca síntomas de distrofia muscular y fatiga.

2. Fiebre

Las enfermedades hepáticas generalmente no cursan con fiebre, y la fiebre se observa principalmente en la hepatitis viral aguda. Hay fiebre y síntomas sistémicos obvios en las primeras etapas de la ictericia. Una vez que la ictericia alcanza su punto máximo, la fiebre disminuye y los síntomas mejoran significativamente. Si el inicio es repentino, la ictericia es grave y la fiebre persiste, el pronóstico suele ser peor, como hepatitis viral grave (necrosis hepática aguda y subaguda) con fiebre alta.

La fiebre frecuente en pacientes con hepatitis crónica y cirrosis está relacionada con las siguientes razones:

(1) Necrosis de las células hepáticas.

(2) Complicaciones bacterianas; infección en el sistema biliar Síntomas;

(3) Complicaciones de infección en otras partes del cuerpo;

(4) Infección post-ascitis.

Pérdida de peso

La pérdida de peso debe juzgarse en función de su peso habitual.

Las razones de la pérdida de peso incluyen:

Dieta reducida después del inicio de la enfermedad, disfunción digestiva, disfunción de la síntesis de proteínas, vitaminas, grasas y otras, hipermetabolismo y agotamiento sistémico. Si hay una pérdida de peso significativa, se pueden observar personas con enfermedad hepática crónica a largo plazo y cirrosis.