La importancia del medio ambiente para la salud humana es evidente. ¿Cómo elegir un buen ambiente?
Existe un proverbio en nuestro país: “Cuando la coliflor se pone amarilla, florecerá la demencia”, lo que significa que las enfermedades mentales son fáciles de atacar en primavera. La observación y los datos clínicos muestran que cuando el invierno se convierte en primavera y aparece un centro de baja presión, debido a la caída repentina de la presión del aire, la temperatura aumenta relativamente y el clima bochornoso a menudo hace que la gente se sienta abrumada y deprimida. Los niños pueden irritarse fácilmente, provocando conmoción, rabia y llanto; los adultos también pueden mostrar inquietud y baja productividad. Después del pico cálido, el estado de ánimo de las personas normales fluctúa; los pacientes con depresión son particularmente sensibles a los picos cálidos y al aire cálido; los pacientes neuróticos se sentirán irritables e insomnes antes de que cambie el clima; los pacientes con enfermedades mentales pueden tener comportamientos irritables, maníacos e impulsivos. La esquizofrenia tiende a ser rígida o subrígida cuando pasa aire frío. Esta situación suele ser difícil de controlar con medicamentos y es necesario esperar hasta que las condiciones climáticas sean relativamente estables y la enfermedad se alivie después de la temporada de aparición.
Las personas son muy sensibles al entorno natural, al tiempo y al clima, especialmente los ancianos, las mujeres frágiles y los niños. Los cambios climáticos pueden provocar cambios fisiológicos y psicológicos en las personas, pero generalmente no provocan enfermedades. Sólo cuando la resistencia del cuerpo humano disminuye por alguna razón y no puede adaptarse a los cambios climáticos o cuando los cambios climáticos son extremadamente drásticos y exceden la capacidad del cuerpo humano para adaptarse, causará o inducirá enfermedades.
El colorido entorno natural proporciona a las personas una variedad de sentimientos y provoca diferentes experiencias emocionales. Según los diferentes efectos psicológicos de los colores, los colores se pueden dividir en colores cálidos y colores fríos. Los colores cálidos, como el rojo, el naranja y el amarillo, dan a las personas una sensación de calidez, brillo y emoción; los colores fríos, como el verde, el verde, el índigo y el morado, dan a las personas una sensación de tranquilidad, frescura y refinamiento. Las investigaciones han descubierto que, en circunstancias normales, colores específicos pueden provocar sentimientos psicológicos y experiencias emocionales correspondientes, afectando así a los estados fisiológicos. Hay un puente Burliver negro sobre el río Támesis en Londres, Inglaterra. Muchas personas se suicidaron ahogándose en este puente y no en otros puentes de la zona. Pero cuando el puente se pintó de verde, el número de suicidios disminuyó rápidamente.