¿Es necesario recortar las garras de los gatos?
Uñas de gato
Las uña de gato se componen de dos partes: la parte queratinizada está formada por cutículas superpuestas, y el centro de la uña contiene nervios y vasos sanguíneos.
Un gato tiene 4 dedos en cada pata trasera y 5 dedos en la pata delantera. Este quinto dedo se llama espolón y corresponde a nuestro pulgar. Son estas garras colgantes las que permiten a los gatos trepar a los árboles.
Las garras de gato son retráctiles, lo que significa que sólo son visibles cuando están extendidas (¿caza, escalada, defensa?).
Esto es gracias a los tendones flexores. Por lo tanto, no suelen entrar en contacto directo con el suelo y no sufren desgaste natural como lo hacen los perros.
Así mantienen sus garras afiladas mediante la fricción.
Cuándo recortar las garras de tu gato
Depende del estilo de vida de tu mascota (exterior o interior)
Para la mayoría de los gatos, no es necesario recortarlas. recortarlos puede no ser apropiado porque los gatos necesitan sus patas para defenderse y trepar.
Si hablamos de un gato de exterior, sus garras son fundamentales para protegerse, cazar o trepar.
Para un gato de interior, un rascador le permite mantenerse cada día.
Sin embargo, si a tu gato le gusta afilarse las garras en cualquier lugar de tu casa, puedes acortarlas para que le causen menos daño.
A medida que envejecen, los gatos se vuelven menos activos. En este caso, es importante recortarles las garras, ya que pueden alargarse, doblarse y penetrar las almohadillas, lo que en ocasiones provoca infecciones.
Por último, recuerda revisar los espolones de las patas delanteras. Como es menos probable que entren en contacto con el suelo, se desgastan más lentamente.
Cómo recortar correctamente las uñas de un gato
Lo mejor es acostumbrar a tu gato a esta práctica desde una edad temprana.
Utiliza cortaúñas adecuados adquiridos en una clínica veterinaria o tienda de mascotas. Elija un lugar tranquilo para evitar asustar a su mascota.
Elige un momento para relajarte
● Coloca a tu mascota contra tu cuerpo o envuélvelo en una toalla.
● Coloca la pata entre el pulgar y el índice. y presione suavemente la parte superior del dedo para extender la garra hacia afuera.
● Examine la pata con cuidado y, con un cortaúñas, corte la punta transparente para evitar vasos sanguíneos visibles en el centro de la pata.
Si no se siente cómodo con este enfoque, no dude en consultar a su veterinario y pedirle consejo sobre la postura adecuada. O puede llevar a su mascota a una peluquería para que la recorten.