Beneficios del yoga: El yoga con brazos delgados puede crear manos esbeltas.
Al realizar esta acción, los músculos de la parte exterior del brazo se pueden estirar por completo. Esto no solo puede aliviar las articulaciones doloridas del brazo, sino también ejercitar completamente los músculos del brazo y deshacerse rápidamente de ellos. Pierde grasa en el brazo. Además, esta acción también puede ayudar a corregir una mala postura al sentarse y hacer que el cuerpo se enderece gradualmente. Vale la pena señalar que al aprender movimientos de yoga por primera vez, es posible que las palmas de ambas manos no estén apretadas. No lo fuerces en este momento. Hay que ir paso a paso y mantener las manos firmes.
Pasos:
1. Junta las manos y los dedos.
2. Al exhalar, junte las manos cerca de los oídos y llegue lentamente a la parte superior de la cabeza.
3. Levanta las manos lo más alto posible hasta la cabeza hasta que sientas dolor en los brazos.
4. Al inhalar, regrese lentamente a la posición de juntar las manos.
Principio de adelgazamiento de brazos: Esta acción de yoga ejercita principalmente los músculos de los brazos levantándolos tanto como sea posible, de modo que los músculos de los brazos que no se han ejercitado durante mucho tiempo puedan ejercitarse por completo, lo que puede ayuda a quemar grasa en los brazos y deshazte lentamente de la grasa de tus brazos. Si persistes durante mucho tiempo, puedes lograr un buen efecto de adelgazamiento de brazos.
Pasos:
1. Mantenga el cuerpo en posición de rodillas, mantenga la espalda recta y ajuste lentamente la respiración.
2. Pon tu mano izquierda hacia arriba y tu mano derecha hacia abajo, de manera que los codos de ambas manos se superpongan y las palmas de las manos queden entrelazadas.
3. Inhala e inclínate ligeramente hacia atrás.
4. Exhala, empuja las manos por encima de la cabeza tanto como puedas y mantente arriba durante unos segundos.
5. Vuelve lentamente al segundo paso, cambia de manos y hazlo de nuevo.
1. Sujeta ambos extremos de una toalla ligeramente más ancha que tus hombros con ambas manos. Inhala y levanta las manos. Brazos arriba, pies abajo. Levanta lentamente los talones y apoya el cuerpo sobre las puntas de los pies. Mantenga esta acción durante 8-10 respiraciones. Exhala y regresa a la posición inicial. Practique esta acción de 3 a 5 veces al día, la postura debe ser correcta y los hombros deben estar adecuadamente relajados después de la práctica, de lo contrario el hombro se volverá cada vez más doloroso.
2. Arrodíllate con los pies juntos, endereza la espalda y luego siéntate lentamente sobre las pantorrillas. Estire la mano izquierda hacia la izquierda, con la palma hacia abajo, a la altura del hombro, y manténgala quieta. Levante la mano derecha detrás de la cabeza, luego tire del brazo izquierdo con la mano derecha y manténgalo presionado durante 5 segundos. Alterna izquierda y derecha y repite la acción 5 veces.
3. Ponte de pie, con los pies separados a la altura de los hombros, las rodillas ligeramente flexionadas y las manos levantadas hacia delante hasta la altura de los hombros. Inhala, levanta lentamente los brazos hacia arriba, cruza las manos por encima de la cabeza, exhala, relaja los brazos y vuelve a la posición original. Haz 4 series de 15 repeticiones.
4. Ponte de pie, levanta la cabeza y el pecho y sujeta una mancuerna en la mano derecha. Levanta las manos de tus oídos. Sostenga su brazo derecho con su mano izquierda. Inhala y dobla el codo derecho. Mantenga las mancuernas detrás de su cabeza en ángulo recto. Exhala y extiende los brazos hacia arriba. Mantenga los codos ligeramente doblados. Regrese a la posición inicial, hágalo 15 veces en un grupo y haga 3-4 grupos todos los días.