El gato no come ni bebe.
1. Problemas dentales
Según el Colegio Americano de Odontología Veterinaria, la mayoría de los gatos tendrán algún grado de enfermedad dental a la edad de tres años. La enfermedad periodontal o de las encías puede causar mal aliento en su mascota, pero los efectos a largo plazo pueden ser más graves. Si no se trata, la enfermedad periodontal puede provocar infección, dolor y pérdida de dientes, todo lo cual puede afectar la capacidad de comer o el apetito de su gato.
2. Problemas gastrointestinales
Si un gato se siente incómodo, puede que evite comer. Hay una serie de problemas gastrointestinales que pueden hacer que su gato pierda el apetito, incluidos parásitos intestinales, colitis y gastroenteritis. Cualquiera de estas condiciones puede provocar inflamación del tracto gastrointestinal y producir síntomas como náuseas, vómitos y diarrea.
3. Reacciones adversas
Los gatos requieren vacunas anuales para protegerlos de determinadas enfermedades infecciosas y mortales. Desafortunadamente, algunos gatos tienen reacciones negativas a las vacunas que los protegen. Si su gato deja de comer repentinamente después de recibir la vacuna, esto puede ser un efecto secundario. Afortunadamente, la disminución del apetito provocada por la vacunación suele ser leve y transitoria.
4. Estrés
Los gatos se ven afectados por el estrés al igual que las personas, aunque no tienen los mismos mecanismos de afrontamiento para aliviarlo. Si el factor estresante de su gato continúa, puede empeorar cuando deje de comer. Si su gato deja de comer, tómese el tiempo para identificar cualquier fuente potencial de estrés.
5. Cambios en el estilo de vida
Si tu gato deja de comer repentinamente, piensa en cualquier cambio reciente. Quizás alguien de la familia se haya mudado o hayas traído una nueva mascota. Estas cosas desencadenarán algunas reacciones psicológicas negativas en los gatos, lo que provocará una disminución del apetito. Muchos gatos pierden el apetito cuando se encuentran en un entorno extraño.