Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimiento del confinamiento - Clasificación y manifestaciones clínicas de la dermatocalasis hereditaria.

Clasificación y manifestaciones clínicas de la dermatocalasis hereditaria.

(1) Laxitud de la piel autosómica dominante: la laxitud de la piel autosómica dominante suele ser leve y las lesiones cutáneas afectan principalmente a la piel, mostrando cambios faciales típicos y arrugas causadas por la laxitud de la piel sistémica, a veces acompañada de divertículos gastrointestinales, hernia o prolapso de órganos pélvicos. Las complicaciones raras incluyen estenosis pulmonar, dilatación de la aorta y la aorta, bronquiectasias y enfisema. El diagnóstico temprano a menudo se puede realizar basándose en arrugas excesivas y flacidez de la piel. La mayoría de los pacientes con dermatocalasis autosómica dominante se asocian con mutaciones en el gen ELN. Las mutaciones en el gen ELN provocan una síntesis y secreción anormal de elastina y participan en la formación de la matriz elástica, cambiando así la estructura de las fibras elásticas y provocando enfermedades. Algunos estudiosos también han informado de laxitud cutánea autosómica dominante causada por mutaciones en el gen FBLN5.

(2) Enfermedades de la piel autosómicas recesivas: los pacientes con enfermedades de la piel autosómicas recesivas son muy heterogéneos en cuanto a los órganos afectados y la gravedad. Los tipos más comunes son la dermatocalasis autosómica recesiva tipo I, la dermatocalasis autosómica recesiva tipo II (asociada con retraso en el desarrollo, microcefalia y anomalías esqueléticas) y la dermatocalasis autosómica recesiva tipo III (también conocida como síndrome de Debarsi).

1. Cutis laxa autosómica recesiva tipo I: La cutis laxa autosómica recesiva tipo I es una enfermedad especial, con enfisema grave típico y enfermedad vascular mortal. La afectación sistémica común incluye atelectasia, enfisema, divertículos de los sistemas gastrointestinal y genitourinario y anomalías vasculares (aneurismas, displasia arterial fibromuscular y estenosis). También puede ir acompañado de anomalías del cráneo, retraso en el cierre de la fontanela, laxitud de las articulaciones, luxación de la cadera y hernia inguinal, pero estos son raros. Algunos estudiosos han detectado mutaciones en los genes FBLN5 y FBLN4 en algunos casos graves y mortales, pero las causas genéticas de la mayoría de los pacientes no están claras.

2. Cutis laxa autosómica recesiva tipo II: La cutis laxa autosómica recesiva tipo II es un síndrome caracterizado por retraso en el desarrollo, retraso mental y anomalías esqueléticas. Sus manifestaciones típicas son laxitud de la piel y arrugas en todo el cuerpo, pero los síntomas de la piel del rostro son leves. Los cambios característicos son fontanela ancha persistente, abultamiento de la frente, ligera protrusión del cráneo, cejas en forma de "V" invertida, ptosis del párpado inclinada hacia abajo y dentición. caries A menudo se acompaña de retraso del crecimiento intrauterino, dislocación de la cadera, pectus carinatum, escoliosis, hernia inguinal y pie plano. Kornak, Hucthagowder et al. descubrieron que la cutis laxa tipo II autosómica recesiva es causada por mutaciones en el gen ATP6V0A2 que codifica la subunidad V-ATPasa, y la deficiencia de V-ATPasa puede provocar múltiples anomalías a través de anomalías de la glicosilación ligada a N y O. Enfermedades metabólicas sistémicas. Guernsey y Reversade detectaron mutaciones en el gen PYCR1 en algunos pacientes con cutis laxa autosómica recesiva tipo II, que pueden provocar cambios en la función mitocondrial y envejecimiento del tejido conectivo, provocando así un envejecimiento prematuro en estos pacientes.

3. Dermacalasia autosómica recesiva tipo III: La dermatocalasia autosómica recesiva tipo III, también conocida como síndrome de Debas, se caracteriza por cabello escaso, anomalías corneales, retraso del crecimiento intrauterino y laxitud de la piel. Cuando nació el paciente, la piel era fina, translúcida, arrugada, inelástica y con venas evidentes. El cambio característico del ojo es la opacificación corneal provocada por la degradación de las fibras elásticas de la membrana intestinal corneal. La mayoría de los pacientes tienen anomalías neurológicas y esqueléticas coexistentes, que incluyen deterioro de la función cognitiva y del lenguaje, dislocación de la cadera, rango elevado de movimiento, escoliosis y deformidad del pie. Muchos pacientes con síndrome de De Barsy tienen características superpuestas con la cutis laxa autosómica recesiva tipo II. Sin embargo, la distonía y las anomalías corneales progresivas son muy sugestivas de un diagnóstico de síndrome de De Barsy, y sus mecanismos patológicos y antecedentes genéticos siguen sin estar claros. Reversade y Lin informaron que algunos pacientes con síndrome de DeBarsy están asociados con mutaciones del gen PYCR1.

3.

Estos pacientes presentan síntomas especiales al nacer. Además de una gran laxitud de la piel, el paciente también tiene una forma de cara típica, que incluye una nariz larga y aguileña, frente alta, cara delgada y fontanela ancha. Los sistemas implicados incluyen diarrea crónica, malabsorción, hidronefrosis congénita y divertículos uretrovesicales. Las anomalías esqueléticas incluyen cierre de fontanela ancho y tardío, pectus carinatum, coxa valgus, huesos tubulares cortos, etc. Su signo diagnóstico son las exostosis angulares a ambos lados del agujero magno. También pueden ocurrir síntomas cardiovasculares, que incluyen hipotensión ortostática, tortuosidad de la arteria carótida y congestión de la piel.

La cutis laxa recesiva ligada al cromosoma X y la enfermedad de Menkes son enfermedades causadas por mutaciones en el alelo ATP7A que codifica el transportador de cobre. Las mutaciones graves del gen ATP7A causan la enfermedad de Menkes y las mutaciones leves del gen ATP7A causan el síndrome del asta occipital.