¿Qué significan la adaptación de los ojos a la luz y la adaptación a la oscuridad?
Clara adaptación. Cuando una persona entra repentinamente a un ambiente muy luminoso desde la oscuridad y siente una luz brillante, sus ojos adquieren un hábito y hay un proceso de recuperación de la visión. Esto se llama adaptación a la luz. Este fenómeno puede ocurrir si un conductor acaba de salir de un largo túnel y ve el sol.
Cuando pasamos de un lugar luminoso a un lugar oscuro, nuestros ojos de repente no verán nada. Lleva un tiempo acostumbrarse y poco a poco ver las cosas en la oscuridad. Este proceso dura entre 30 y 40 minutos, durante los cuales la sensibilidad de la retina aumenta gradualmente. Se trata de adaptación a la oscuridad, es decir, la capacidad de la retina para adaptarse a la oscuridad.
En lugares oscuros, las células cónicas del ojo humano no funcionan, en este momento sólo funcionan las células fotorreceptoras de bastón. En las células fotorreceptoras de bastones hay una sustancia llamada rodopsina, que es sensible a la luz débil y puede sintetizarse gradualmente en la oscuridad. Según las estadísticas de los oftalmólogos, el 60% de la rodopsina se puede producir en la oscuridad en 5 minutos y se puede producir por completo en unos 30 minutos.
Así, cuanto más tiempo permanezcas en un lugar oscuro, mayor será tu sensibilidad a la poca luz. Sin embargo, algunas personas tienen dificultades con el funcionamiento de sus células fotorreceptoras de bastón. En lugares oscuros, las células pigmentarias en forma de bastón no funcionan correctamente y no pueden aumentar la sensibilidad a la poca luz, sin importar cuánto tiempo permanezcan en la oscuridad. A este fenómeno lo llamamos ceguera nocturna. Parte de la ceguera nocturna es causada por factores como la deficiencia de vitamina A y algunas enfermedades como la retinitis pigmentosa primaria. Los fotorreceptores de bastón no tienen la capacidad de reconocer el color de los objetos, por lo que cuando ves algo en la oscuridad, todos son del mismo color.
El entorno externo percibido por el ojo humano cambia constantemente. Nuestro sistema visual debe realizar ajustes adaptativos según los cambios del entorno externo. Esto es adaptación visual. La adaptación visual es el proceso en el que la percepción de los órganos visuales cambia con la estimulación de la luminosidad externa en ocasiones también se refiere al estado final que alcanza este proceso; La adaptación visual es un fenómeno visual universal. Por ejemplo, si miras fijamente una cascada que cae durante un rato y luego miras las rocas quietas junto a ella, sentirás que las rocas están "volando" hacia arriba. Este es el clásico efecto secundario de una cascada.
Cuando apagamos las luces del aire libre y entramos al cine, sentiremos oscuridad y tardaremos un poco en ver poco a poco a la gente que hay en el cine. Este fenómeno pertenece a la adaptación a la oscuridad; cuando salimos del cine, sentimos que el sol deslumbra mucho por un tiempo, pero pronto vuelve a la normalidad. Este es un proceso de adaptación. Los ejemplos anteriores pertenecen a la adaptación de movimiento y la adaptación de brillo respectivamente. La adaptación de luminancia es un tipo de adaptación de brillo en la adaptación visual.
Concretamente, cuando una persona simplemente camina de la oscuridad a la luz, se sentirá deslumbrado por una luz fuerte durante el primer momento, incapaz de abrir los ojos, incapaz de ver nada con claridad, y le llevará un tiempo Unos segundos para recuperarse. Normal, este es el fenómeno de la adaptación a la luz. La fotoadaptación es el proceso mediante el cual los órganos visuales se vuelven menos sensibles a la luz brillante. La adaptación a la luz está estrechamente relacionada con los conos concentrados en la fóvea de la retina.