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¿Con qué frecuencia se debe revisar a los pacientes con cáncer para mejorar efectivamente su tasa de supervivencia?

Aunque la tecnología médica sigue avanzando, a veces realmente no sabemos qué hacer cuando se trata del cáncer. Por eso la gente huele cáncer y cambia de color. Por ejemplo, algunas otras enfermedades, como las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares y la presión arterial alta, también pueden controlarse tomando medicamentos. Sin embargo, después de padecer cáncer, la condición en sí es impredecible y difícil de controlar. Cáncer, no todos. Todos son tan graves y algunos cánceres se pueden curar siempre que se detecten a tiempo.

También existe una cierta brecha entre el tratamiento del cáncer y el tiempo de supervivencia del paciente. Por ejemplo, el cáncer de recto, el cáncer de mama y el cáncer de tiroides pueden sobrevivir durante mucho tiempo, y algunos tumores incluso pueden curarse temprano. Por ejemplo, si el cáncer de nasofaringe se descubre en las etapas media y temprana, el 90% de las personas pueden sobrevivir más de 5 años, pero si se descubre en las etapas media y tardía, la tasa de supervivencia a 5 años se reducirá al 60 al 70%. Los chequeos periódicos desempeñan un papel muy importante a la hora de mejorar las tasas de supervivencia del cáncer. Los controles periódicos de los pacientes con cáncer pueden ayudar a mejorar las tasas de supervivencia. ¿Con qué frecuencia? Observe tres aspectos

¿Con qué frecuencia se puede revisar a los pacientes con cáncer para mejorar eficazmente su tasa de supervivencia? Presta atención a estos tres aspectos.

Sin embargo, debemos tratar el cáncer con una actitud positiva y optimista y adoptar métodos científicos para maximizar la vida del paciente y mejorar la calidad de vida. Esto ha sido confirmado experimentalmente. Tomando como ejemplo el consejo del médico y la revisión periódica, los signos de recurrencia pueden controlarse en una etapa temprana, haciendo que el tratamiento del cáncer sea inútil y mejorando la tasa de supervivencia del paciente.

Sin embargo, algunos pacientes pueden sentir curiosidad por saber con qué frecuencia es mejor realizarse nuevos exámenes.

De hecho, los diferentes tipos de cáncer tienen diferentes planes de revisión.

Por ejemplo, la recurrencia del cáncer oral suele ocurrir dentro de los dos años posteriores a la cirugía, por lo que generalmente se recomienda que los pacientes sean revisados ​​cada 1 a 3 meses en el primer año después del tratamiento, cada 2 a 4 meses en el segundo año, y cada 2 a 4 meses en el tercer año después del tratamiento, las revisiones se realizan cada 6 meses durante un año, mientras que los pacientes con enfermedad vestibular se revisan cada dos meses durante un año y cada 3 a 5 meses durante el segundo. año.

En resumen, debemos prestar atención a tres aspectos: primero, qué parte del cuerpo es el cáncer y, segundo, la velocidad de desarrollo y la tasa de recurrencia del cáncer. Por lo tanto, el plan de recaída varía de persona a persona y lo mejor es que todos sigan los consejos del médico.

De hecho, los tres métodos más comunes para tratar el cáncer son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.

Si se cumplen los requisitos previos para la cirugía, este método es la primera opción para el tratamiento del tumor, pero la resección quirúrgica limpia no significa que podamos sentarnos y relajarnos, porque los tumores malignos siempre tienen la posibilidad de reaparecer. Por ejemplo, después de extirpar el cáncer de mama, es necesario determinar si se debe someterse a quimioterapia, radioterapia, terapia endocrina o terapia dirigida según el tipo patológico y el fenotipo inmunológico del tumor. Por tanto, independientemente del tipo de cáncer tras el tratamiento, se debe realizar el correspondiente plan de revisión.

En la actualidad, los tratamientos contra el cáncer más importantes son los tres que más conocemos: cirugía, radioterapia y quimioterapia. Bajo la premisa de operabilidad, la resección quirúrgica es la primera opción para la mayoría de los tumores, pero la resección quirúrgica limpia no puede sentarse y relajarse. Después de todo, siempre existe la posibilidad de recurrencia de tumores malignos. Por ejemplo, después de la resección del tumor de cáncer de mama, es necesario comprobar si se requiere quimioterapia, radioterapia, terapia endocrina o terapia dirigida según el estadio, el tipo patológico y el fenotipo inmunológico del tumor. Por ello, después de cualquier tratamiento se debe realizar un plan de revisión por si se requiere un tratamiento integral.

Todos sabemos que el cáncer en etapa avanzada no se puede curar excepto mediante el aislamiento. Sin embargo, algunos cánceres que requieren quimioterapia sistémica tienen dos características: una es el crecimiento rápido y la otra es la sensibilidad a la quimioterapia y la radioterapia. Por lo tanto, este tipo de cáncer necesita aumentar la frecuencia de los reexámenes para garantizar un tratamiento oportuno, controlar eficazmente la enfermedad y esforzarse por maximizar la tasa de supervivencia.

En circunstancias normales, siempre y cuando el paciente con cáncer no recaiga tras el tratamiento y no muera a causa del cáncer posteriormente. Se puede decir que su cáncer se curó.

Después del tratamiento del cáncer, lo más importante es implementar estrictamente el plan de revisión para evitar la recurrencia. En cuanto a la frecuencia con la que se debe revisar, varía de persona a persona, así que asegúrese de seguir los consejos de su médico.