¿Las tortugas combaten el cáncer?

La tortuga de caparazón blando, también conocida como pez redondo y pez redondo, es una especie de tortuga china de caparazón blando. La tortuga de caparazón blando es rica en proteínas y oligoelementos, que pueden mejorar la inmunidad de los pacientes con cáncer y mejorar las proteínas plasmáticas. La proteína de tortuga contenida en la carne tiene efectos anticancerígenos.

Los resultados de experimentos con animales muestran que el caparazón de la tortuga puede inhibir la proliferación del tejido conectivo, mejorar las proteínas plasmáticas, mejorar la resistencia de los pacientes con cáncer y eliminar tumores.

Algunos lugares dicen que la tortuga de caparazón blando tiene el mayor valor nutricional y es necesario comer tortuga de caparazón blando si se tiene cáncer. Algunas personas incluso piensan que comer tortugas de caparazón blando puede curar el cáncer. De hecho, esta afirmación no es exhaustiva.

Los datos muestran que cada 100g de carne de tortuga de caparazón blando contiene 16,5g de proteínas, 28,8g de grasa y una determinada cantidad de azúcar. Cada 100 g de pollo contiene 23,3 g de proteína y 1,2 g de grasa. Cada 100 g de carne de vacuno contiene 20,1 g de proteína y 10,2 g de grasa. De los datos anteriores se puede ver que el contenido de proteínas de la tortuga de caparazón blando no es mayor que el del pollo y la carne de res. Desde una perspectiva puramente nutricional, la tortuga no es necesaria, sin mencionar que el precio de la tortuga es muchas veces mayor que el de otras carnes.

La tortuga de caparazón blando es grasosa y fría, por lo que no todos los pacientes son aptos para su consumo. De hecho, la función de la tortuga es enfriar la sangre y nutrir el yin, por lo que sólo es adecuada para pacientes con tumores con deficiencia de yin. Por ejemplo, los pacientes sometidos a radioterapia que presenten síntomas de deficiencia de yin y calor interno, como garganta seca, cinco trastornos cardíacos, calor, fatiga, etc., pueden comerlo. No es adecuado para personas con deficiencia de yang en el bazo y el estómago y con exceso de frío y humedad que causan dolor abdominal, heces blandas y pérdida de apetito. Es de naturaleza fría y difícil de digerir.

En resumen, los pacientes con cáncer deben comer tortugas de caparazón blando bajo la guía de los médicos. No deben ignorar los rumores ni abusar de las tortugas de caparazón blando, independientemente de sus propias condiciones económicas y la naturaleza de la enfermedad. evitar efectos contraproducentes.