Describir brevemente las manifestaciones clínicas, el diagnóstico y el tratamiento de la hipopotasemia.
(1) Manifestaciones clínicas de la hipopotasemia: La manifestación clínica más temprana es la debilidad muscular, que comienza con debilidad de las extremidades y luego puede extenderse al tronco y los músculos respiratorios. La afectación de los músculos respiratorios puede causar dificultad para respirar. respiración o asfixia. Puede haber parálisis leve, disminución o desaparición de los reflejos tendinosos. El paciente presentó síntomas de parálisis intestinal como anorexia, náuseas, vómitos, distensión abdominal y pérdida de la motilidad intestinal. La afectación cardíaca se manifiesta principalmente como bloqueo de la conducción y ritmo anormal. Los cambios típicos del ECG incluyen disminución, aplanamiento o inversión temprana de la onda T, seguidos de disminución del segmento ST, prolongación del intervalo QT y onda U.
(2) Diagnóstico de hipopotasemia: El diagnóstico de hipopotasemia se puede realizar basándose en el historial médico y las manifestaciones clínicas. Una concentración sérica de potasio inferior a 3,5 mmol/l tiene importancia diagnóstica. El electrocardiograma se puede utilizar como herramienta de diagnóstico auxiliar.
(3) Tratamiento de la hipopotasemia: abordar activamente los factores causantes. Suplementos de potasio: Suplementos de potasio en dosis divididas. Preparaciones orales como cloruro de potasio o citrato de potasio; quienes no puedan tomar medicamentos orales deben tomar suplementos de potasio por vía intravenosa. Dependiendo del grado de deficiencia de potasio, la suplementación diaria de potasio oscila entre 40 y 80 mmol, es decir, de 3 a 6 g de cloruro de potasio. Para algunas personas con deficiencia grave de potasio, la suplementación diaria de potasio puede llegar a ser de 100 a 200 mmol. Cuando se repone potasio por vía intravenosa, el contenido de potasio en cada litro de infusión no debe exceder los 40 mmol (equivalente a 3 g de cloruro de potasio), se debe infundir lentamente y la cantidad de potasio aporte debe controlarse por debajo de 20 mmol/h. Si el paciente está en shock, primero se debe reponer el volumen sanguíneo y el potasio en la orina. La preparación de potasio más utilizada en la práctica clínica es el cloruro de potasio al 10%.